La enfermedad de Hashimoto o tiroiditis crónica autoinmune es el trastorno más común de la glándula tiroides y una de las principales causas de hipotiroidismo. Se produce cuando el sistema inmunitario ataca por error la tiroides, causando inflamación y daño progresivo en el tejido tiroideo. Con el tiempo, esto impide la producción suficiente de hormonas tiroideas, esenciales para el metabolismo, la energía y la salud general.
Reconocer sus síntomas y adoptar medidas preventivas es fundamental para mejorar la calidad de vida y evitar complicaciones.

Principales síntomas de la enfermedad de Hashimoto
Los síntomas suelen aparecer de forma gradual y pueden confundirse con otros problemas de salud:
- Cansancio constante y debilidad general
- Aumento de peso inexplicable
- Depresión, apatía y cambios de humor
- Caída del cabello y uñas quebradizas
- Problemas de memoria y concentración (“niebla mental”)
- Intolerancia al frío y sensibilidad a bajas temperaturas
- Estreñimiento frecuente
- Dolor muscular y rigidez articular
- Hinchazón en cara, manos y pies
- Voz ronca y sensación de inflamación en el cuello
Estos síntomas están relacionados con el descenso de hormonas tiroideas y pueden variar en intensidad de persona a persona.
Causas y factores de riesgo
Aunque no existe una única causa, la ciencia ha identificado factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta enfermedad:
- Predisposición genética (antecedentes familiares).
- Sexo femenino: se presenta con mayor frecuencia en mujeres.
- Edad: suele aparecer entre los 30 y 50 años.
- Exceso de yodo o deficiencia de selenio.
- Estrés crónico.
- Exposición ambiental a toxinas o radiación.
Cómo se diagnostica
El diagnóstico incluye:
- Análisis de sangre (niveles de TSH, T4 libre y anticuerpos antitiroideos).
- Ecografía tiroidea, que detecta inflamación y cambios en la estructura de la glándula.
Cómo prevenir la enfermedad de Hashimoto
Aunque no siempre puede evitarse por completo, adoptar ciertos hábitos saludables puede reducir el riesgo o retrasar su avance:
- Alimentación equilibrada: rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables.
- Asegurar micronutrientes clave:
- Selenio (nueces de Brasil, pescado, huevos).
- Zinc (semillas de calabaza, mariscos).
- Vitamina D (exposición al sol, pescados grasos, suplementos si es necesario).
- Reducir el exceso de yodo en la dieta, evitando abusar de sal yodada o suplementos sin supervisión médica.
- Evitar el gluten en personas sensibles, ya que puede intensificar la respuesta autoinmune.
- Manejar el estrés con prácticas como mindfulness, yoga o meditación.
- Ejercicio moderado: mantener un metabolismo activo y reforzar el sistema inmune.
Cómo combatir la enfermedad de Hashimoto
Una vez diagnosticada, es posible controlar y aliviar los síntomas con un enfoque integral:
- Tratamiento médico:
- La levotiroxina, hormona tiroidea sintética, es el tratamiento estándar para suplir la deficiencia hormonal.
- Controles médicos periódicos para ajustar la dosis.
- Apoyo nutricional:
- Estilo de vida saludable:
- Dormir lo suficiente (7-8 horas).
- Mantener rutinas regulares para mejorar la energía.
- Practicar técnicas de relajación para disminuir la carga autoinmune del estrés.
Conclusión
La enfermedad de Hashimoto es un trastorno autoinmune que afecta a millones de personas en todo el mundo. Con un diagnóstico temprano, tratamiento adecuado y un estilo de vida saludable, es posible combatir sus síntomas, mejorar el bienestar y prevenir complicaciones a largo plazo.
Si experimentas varios de estos síntomas, consulta con un especialista en endocrinología para recibir la atención adecuada.
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