Aunque suene asqueroso, la ciencia confirma que muchas personas, sin darse cuenta, ingieren más mocos de lo que creen. Más allá de aquellos que tienen la costumbre de meterse el dedo en la nariz, hay razones biológicas por las que los mocos terminan en nuestro sistema digestivo. Expertos explican cómo y por qué sucede esto.
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¿Qué son los mocos y cuál es su función?
Los mocos son una sustancia viscosa producida por la mucosa nasal. Su función principal es atrapar partículas de polvo, bacterias y virus antes de que ingresen a los pulmones. Está compuesto por agua, mucina (una proteína que le da su consistencia pegajosa), enzimas y anticuerpos.
¿Cómo terminamos comiendo nuestros propios mocos?
Existen varias formas en las que los mocos llegan a nuestro estómago sin que nos demos cuenta:
- Drenaje postnasal: Este es el proceso natural en el que el moco fluye desde la cavidad nasal hacia la garganta. En promedio, una persona puede tragar hasta 1,5 litros de mucosidad al día sin notarlo.
- Reflejo involuntario: Al dormir o cuando inclinamos la cabeza, el moco desciende por la garganta y es ingerido sin darnos cuenta.
- Hábito consciente o inconsciente: Algunas personas, especialmente los niños, desarrollan la costumbre de introducirse el dedo en la nariz y consumir los mocos.
¿Es peligroso comer mocos?
A pesar de lo desagradable que suena, la ciencia sugiere que ingerir mocos podría no ser tan malo como parece. Algunos estudios, como los realizados por el Dr. Friedrich Bischinger, un neumólogo austríaco, sugieren que los mocos contienen bacterias y patógenos que, al ser ingeridos, podrían ayudar al sistema inmunológico a fortalecerse. Sin embargo, otros expertos advierten que llevarse las manos a la nariz aumenta el riesgo de infecciones debido a la presencia de gérmenes.
Beneficios y riesgos de ingerir mocos
Beneficios potenciales:
- Exposición controlada a patógenos, lo que podría fortalecer el sistema inmunológico.
- Mantenimiento de la higiene nasal, eliminando el exceso de mucosidad.
Riesgos:
- Posible transmisión de bacterias y virus a través de las manos.
- Desarrollo de infecciones en las vías respiratorias o gastrointestinales.
Aunque la idea de comer mocos es desagradable, la mayoría de las personas lo hace de manera inconsciente debido al drenaje natural del cuerpo. Si bien algunos expertos sugieren que podría tener ciertos beneficios para el sistema inmunológico, también existen riesgos de infección si se hace de forma poco higiénica. En cualquier caso, mantener una buena higiene nasal y lavarse las manos con frecuencia sigue siendo lo más recomendable.
¡Ahora que sabes esto, seguro pensarás dos veces antes de meterte el dedo en la nariz! 😉