Recientemente el mundo del entretenimiento y de las caricaturas de Disney resultó sacudido por la noticia de la muerte de Ann Sullivan debido al coronavirus.
Una triste noticia que confirmó el campus del Fondo de Cine y Televisión también conocida como la Motion Pictures and Television Found (MPTF), ubicada en Woodland Hills, en el distrito de Los Ángeles, California.
Según la información de la casa de retiro, el lunes 20 de abril, Ann Sullivan se convirtió en la tercera persona en fallecer dentro de las instalaciones de la MPTF. Y al igual que los otros dos residentes, su causa de muerte se debe a diversas complicaciones en la salud derivadas por el contagio de coronavirus.
Ante su repentina muerte producto del coronavirus, la comunidad de jubilados del medio del entretenimiento emitieron un comunicado a través del cual recuerdan a la artista como una persona alegre, vivaz, con buen humor y energía.
“Cuando se reía, todo su cuerpo temblaba y se iluminaba de alegría, y era contagioso para todos en la sala”.
Sin duda, una repentina muerte por consecuencia del coronavirus que generó gran impacto en el mundo de las caricaturas tradicionales de Disney. Que ahora lamenta, llora y permanece en luto por la pérdida de la artista detrás de grandes éxitos de la compañía como son «El Rey León» y «La Sirenita».
El coronavirus arrebata la luz a una de las grandes artistas de Disney
Originaria de Fargo en Dakota del Norte, Ann Sullivan decidió estudiar en el Art Center College of Design ubicado en Pasadena, Estados Unidos. La misma alma mater de Zack Snyder y Michael Bay.
La artista se graduó de sus estudios en el año 1950, y sin perder tiempo alguno, Sullivan comenzó a trabajar como bocetista en el laboratorio de animación de The Walt Disney Animation.
Tras dedicarse unos años de descanso lejos del mundo del entretenimiento para cuidar a sus cuatro hijos. La artista anunció su regreso al negocio del entretenimiento y las caricaturas en 1973 al trabajar con Filmnation y con otro de los grandes: Hanna-Barbera.
Posteriormente decidió regresar al mundo de Disney donde alcanzó su mayor éxito artístico al darle vida al film de La Sirenita (1989), El Rey León (1994), Pocahontas (1995), Hércules (1997), Tarzán (1999) y Las locuras del emperador (2000). Aunque también trabajó en Oliver y su pandilla (1988), Rover Dangerfield (1991), Fantasía (2000), Lilo y Stich y El Planeta del Tesoro (2002), entre otros proyectos donde es acreditada por sus dibujos.
A principios de la década del 2000, Sullivan informó sobre su retiro definitivo de la industria para disfrutar de una vida más tranquila y pacífica en compañía de su familia y seres queridos. Un estilo de vida que sostuvo y gozó a plenitud hasta el pasado lunes cuando el coronavirus marcó el trágico final de la vida de la artista.
«Ann Sullivan fue una mujer extraordinaria y resistente que persiguió su sueño de vivir en California y trabajar en Walt Disney hasta poder alcanzarlo. Cumplió su sueño y tuvo éxito gracias a su esfuerzo y perseverancia”, manifestó Bob Beitche, CEO de Motion Pictures and Television Found sobre la triste noticia.
La muerte de Sullivan representó un gran impacto para el mundo del entretenimiento, una industria que recientemente debido al coronavirus, alrededor del mundo ha contabilizado la pérdida de grandes artistas de la televisión, cine, arte y de la música.
Mientras tanto en la actualidad, el Gobierno de los Estados Unidos contabilizó un estimado de 43.000 muertes y más de 800.000 casos de contagio confirmados de coronavirus. Una cifra que podría incrementar durante los próximos días en el caso de no respetarse las medidas de prevención e higiene, así como la cuarentena y el distanciamiento social.