Las várices son venas dilatadas que se inflaman y que se notan a simple vista por debajo de la piel, convirtiéndose en un problema de estética tanto para mujeres como para hombres.
La mayoría de las personas buscan una solución a esta condición, al ser visibles en diferentes partes del cuerpo.
Actualmente la industria ofrece alternativas y productos que prometen mejorar e incluso curar este problema en poco tiempo, sin embargo, para conseguirlos hay que invertir sumas elevadas de dinero y casi siempre los resultados se dan de forma parcial.
Por esta razón, se promueve el uso de tratamientos naturales, los cuales aprovechan las propiedades de algunos ingredientes para mejorar esta condición.
Tomates para curar las venas varicosas
Las propiedades del tomate para tratamientos alternativos hasta ahora siguen siendo desconocidas por muchas personas y pocas se imaginan el gran aliado para la salud que tienen en su casa.
Para el caso de las venas varicosas, ha logrado ganar un lugar especial, ya que sus semillas contienen una sustancia ácida con propiedades similares a las de las aspirinas y que actúan como anticoagulante, mejorando el flujo sanguíneo.
Aparte, tiene un alto contenido de flavonoides, compuestos antioxidantes que fortalecen los vasos sanguíneos.
Tratamiento con tomate rojo
- Lava muy bien los tomates y córtalos en rodajas.
- Aplica el tomate cortado sobre las venas afectadas y cúbrelas con una venda para fijar la rodaja de tomate.
- Déjalos actuar por 4 horas, luego cambia las rodajas y déjalas actuar por 4 horas más.
- El tratamiento se puede hacer todas las noches para ver los cambios en pocas semanas.
Tratamiento con tomate verde
- Para comenzar, lava muy bien los tomates hasta asegurarte de que estén desinfectados. Esta es una variedad de tomate color verde, pero en realidad está maduro.
- Igualmente córtalos en rodajas y luego aplícalos sobre las partes afectadas, incluyendo aquellas zonas en las que tengas «arañitas», las que pueden aparecer por acumulación.
- Usa una venda para cubrir toda la zona con el fin de mantener los tomates en lugar y para que tengan el tiempo de actuar.
- Cuando sientas un hormigueo y un pequeño ardor, es señal para quitar las vendas.
- Enjuaga el área con abundante agua tibia y seca con cuidado.
- Este procedimiento lo puedes hacer hasta 5 veces al día y así notarás el alivio en pocas semanas.
Recomendaciones finales
Para que los síntomas de esta afección disminuyan de forma eficaz se requiere apoyar estos tratamientos con la implementación de una dieta saludable y equilibrada.
Ácidos grasos omega 3
Este tipo de grasa saludable no la genera el organismo, por lo que se debe incorporar a través de la alimentación.
Este nutriente mantiene la elasticidad de las venas y también ejerce una acción anti-inflamatoria que ayuda a mejorar el flujo sanguíneo.