Tener un hijo varón es conseguir un príncipe azul para siempre.

Lo bueno de tener un hijo varón, es que para nosotras será «ese hermoso príncipe azul» que hemos buscado toda la vida

Tener hijos es una bendición tanto para la madre como para toda la familia sin embargo cada embarazo es muy diferente, algunos nos traen a nuestras vidas a nuestras hijas, nuestras pequeñas princesas, pero cuando nace un varón, el príncipe azul llega a nuestras vidas.

Siempre estamos por el mundo buscando a ese príncipe azul que tanto hemos escuchado, que llega en un corcel blanco y nos rescata y justo así es nuestro hijo, aunque no llegue en un corcel es como si lo hubiese hecho.

Para ellos sin duda somos lo mejor, y para nosotras sus madres, el haberlo traído al mundo es algo especial, quizá es demasiado como para explicarlo con palabras, nadie lo entiende, solo la madre y su hijo comprenden esa conexión especial.

Cuando de un hijo varón hablamos para muchos puede ser simplemente eso, pero para una madre es el nacimiento de su príncipe azul, aunque creías que lo habías encontrado en el padre de tu hijo te has equivocado, lo conocerás después de gestarlo nueve meses en tu vientre.

Tu hijo es tu príncipe azul

El embarazo es una de las etapas más hermosas de la vida de una mujer, gestar a una vida dentro de nosotras es sin duda algo mágico que cada mujer debería experimentar, y el hecho de darlo a luz es aún más especial.

Muchos creen que dar a luz solo despierta amor en quienes rodean a la madre sin embargo debes saber que es la madre quien más amor desarrolla por su hijo, al ser su anhelo más grande la estrecha relación entre la madre y su hijo es increíble.

Tener una niña es algo magnífico, pero cuando se trata de un varón, es simplemente algo que va más allá, y no quiere decir que con las niñas no sea así, es solo que con el nacimiento de un hijo varón el príncipe azul con el que tanto hemos soñado llega a nuestras vidas.

No importa lo pequeño que sea, el amor que nos transmite es enorme, incluso cuando su primera cita fue contigo toda nerviosa y usando una bata de hospital, a él no le importó eso y aun así te ama y tú le amas a él.

Juntos día tras día crecen y se conocen más el uno al otro, experimentas cosas que jamás habías experimentado y todo para la felicidad de tu pequeño príncipe y el aprende de ti incluso cuando no les estás enseñando.

Un hijo varón se puede decir que además de ser un príncipe azul es la reencarnación de su madre en un hombre, y es que la educación de su madre, su amor y su orientación lo hace ser quien es, le hace entender lo que la vida es, además el hijo aprende de su madre a respetar, conoce la delicadeza de las mujeres y la entiende, todo gracias a su madre.

Para ambos es una fascinación, ellos nos hechizan desde el primer instante y así será para toda la vida.

Gracias por leernos.