Todos queremos ser amar y poder ser amados, pero lo cierto es que la mayoría de las personas sueñan con alguien que las quiera de verdad. De ahí la pregunta de si en realidad sabes dejarte querer.
Posiblemente, tú seas una de esas personas las que sueña con el amor siempre, pero este siempre te genera esa sensación de miedo y conflicto. Sin embargo, igual deseas que te quieran, pero tal vez (solo tal vez) no sabes dejarte querer.
¿Cómo sabemos esto sin conocerte? Fácil, si sabes dejarte querer el afecto fluye de manera natural en una interacción de doble vía, donde existe una dinámica propia y te genera esa sanción de felicidad.
Si esto no te lo produce, es posible que el amor pueda convertirse en un ambiente donde tratar de actuar de manera cuidadosa. Pero, si te propones que los demás te quieran, todo esto cambiará.
Hoy te explicaremos un poco.
¿Te dejas querer?
Si supieras dejarte querer, no pasaría por tu cabeza esta pregunta. Al momento que te llega el amor, solo abres los brazos y tratas de recibirlo como cuando recibes a una visita que esperabas con ansias.
Entre las señales más comunes de que no sabes dejarte querer están:
- Llega el amor y con él siente esa sensación de miedo.
- Cuando alguien muestra interés en tí, sientes una sensación de amenaza.
- No sabes cómo actuar ante una expresión de afecto.
- Los gestos afectuosos de otros no generan buenos sentimientos en ti.
- Ves al amor y las expresiones de afecto como acciones y sentimientos sin sentido.
- Crees que al mostrar un afecto a otra persona puede demostrarte como alguien débil.
- Caes es indecisión de si te interesa alguien o simplemente te sientes fastidiado de esa persona.
¿Cómo cambio esta situación?
Lo primero que debes hacer es darte de cuenta de lo que sucede, y es super fácil solo debes aceptar de que no sabes dejarte querer, ya ahí estaría dando un paso importante.
Este tipo de conductas, por lo general, son inconscientes. Por eso, son asumidas como un rasgo de carácter no como lo que son, un gran problema que debemos resolver para ser felices.
Muchas personas se alimentan de este rechazo al afecto, colocando como excusa que tienen otras prioridades o que sus historias de amor siempre han terminado mal.
Ahí es cuando vemos, que puede que exista un amor propio lesionado y un poco disminuido. Por lo que, el afecto de otros hacia con uno, puede causar una sensación de extrañeza.
Estas condiciones, generalmente, son dignas de ayuda psicológica. No porque exista algún trastorno, sino porque se ven aspectos profundos y ocultos que son difíciles de gestionar por sí solos.
Sin duda alguna, esto vale la pena, porque al negarse completamente al amor, se trata de despojar a la vida buena, por una parte de su magia.