La responsabilidad individual consiste en la conducta que una persona mantiene pensando en el bienestar propio y el de quienes forman parte de su entorno.
El cumplimiento de las reglas de la sociedad y mantener una buena actitud contigo mismo, con tu familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo también es parte de la responsabilidad individual.
Su principal objetivo y función es la de asegurar que las personas a través de sus acciones manifiesten respeto, consideración, empatía y compromiso tanto consigo mismo como con quienes forman parte de su entorno familiar, social y profesional.
Es por ello que la responsabilidad individual, es considerada como aquella conducta que permite el avance seguro de la sociedad, debido a la contribución de cada persona para dicho futuro. Lo que lo convierte en un conjunto de acciones con gran impacto e importancia para los individuos y para un país.
De esta forma, la responsabilidad individual es un bien de gran valor en la situación actual que el mundo experimenta debido a la pandemia del coronavirus. Dado que es vital para la recuperación de las distintas naciones alrededor del mundo, después de la trágica crisis sanitaria que llevó a una cuarentena global.
El valor de la responsabilidad individual para el futuro
Después de experimentar un largo periodo en cuarentena y distanciamiento social en la mayoría de las naciones del mundo, el ser humano ahora se enfrenta a un nuevo desafío: El regresar y reintentar recobrar el sentido de la normalidad.
Con el posible final de la pandemia cada vez más cerca, la tensión sobre cada individuo incrementa, debido a que el levantamiento de la cuarentena esconde más de lo que aparenta. Ya que aunque se permita el realizar las actividades “normales” del día a día, ahora existe un sentido de amenaza aferrado a cada persona.
El sobrevivir a la pandemia del coronavirus es solo el primer paso que la humanidad realizó, pero ahora todas las personas cuentan con una mayor responsabilidad individual. Dado que el futuro requiere de una mayor conciencia, empatía, bondad y entendimiento desde y hacia los individuos, con el objetivo de perseguir la recuperación de la sociedad después de la tragedia.
Aunque muchas personas soñaban con el final de la cuarentena para así recuperar la libertad de movimiento, tránsito y de interacción. Las diferentes medidas preventivas establecidas durante la pandemia, son una cicatriz que permanecerá dentro del comportamiento de las personas y de las naciones por al menos lo que queda de año.
De esta forma, las diferentes sociedades del mundo lentamente comienzan a dar pequeños pasos para intentar recuperar lo que consideraban como una vida normal, mientras el fantasma de la enfermedad sigue rondando en la mente de millones de personas.
Es precisamente por ello que los tiempos actuales requieren de una mayor responsabilidad individual en cada persona. Ya que la autoconciencia, el civismo, la moral y la amabilidad son valores y atributos que permitirán que las personas mantengan avanzando a sus países en la dirección correcta, lejos del temido virus.
Las naciones que manifiesten una madurez, empatía y entendimiento sobre la pandemia y sus graves efectos y consecuencias, son quienes mediante sus acciones demostrarán su respeto a la enfermedad. Al reconocer la gravedad de la situación y reafirmar su deseo de salir adelante después de una época de gran tensión y temor.
En la actualidad, lo que más necesitan las sociedades, es del compromiso y de la conciencia de las personas, especialmente cuando finalice la cuarentena. Dado que todos los avances alcanzados hasta el día de hoy, podrían desvanecerse en segundos en el caso de que la ciudadanía no abra los ojos ante la terrible situación que sometió incluso a las naciones más avanzadas en ciencia y salud.