La memoria olfativa es el tipo de memoria principal y posee una gran conexión con todo lo que sentimos. Aquí nos referimos a que llegamos a conocer bien las grandes marcas que pueden motivarnos a realizar una compra.
Al hablar del sentido del olfato se trata de un sistema químico que todos deseamos. El cual, se encargará de detectar los químicos que generan aromas por todo el ambiente. Aunque es importante que sepas que es importante para la supervivencia, porque los ayuda a detectar sustancias que llegan a ser riesgosas para la vida.
Por ende, es el sentido más eficaz. Por lo que, se debe entrar de manera más directa a nuestras estructuras cerebrales que puedan procesar la información.
Por lo tanto, al hablar de las estructuras finales donde llega la información, nos referimos a las que se encargan de ayudar a que se desarrolle la memoria olfativa. Así poder relacionar olores y recuerdos.
Memoria olfativa, sistema límbico
Al hablar de la importancia del sistema límbico trata de esa consolidación de la información relacionada con la memoria olfativa. Cuyo sistema se compone de estructuras como lo son: la amígdala, tálamo, entre otras.
Estas se encuentran vinculadas con las respuestas involuntarias o instintivas. Además, ayudan a procesar la información emocional y es dotada por los estímulos con esta característica.
En este caso, la amígdala es la que toma el protagonismo, por lo que se activa inmediatamente ante esta percepción olfativa. Lo cual puede conceder una emoción al aroma y despertar recuerdos del mismo.
Por lo que, estos procesos implican procesos de la memoria olfativa, como lo es la consolidación de dicha información o mantenimiento de la misma. Así este sistema es de lo más antiguos del cerebro y este se encarga de las acciones menos racionales.
¿Cómo se relaciona el marketing?
Entre los nuevos abordajes que tiene el marketing, este toma el protagonismo más importante, ya que el aroma y la memoria olfativa influye mucho dentro de un negocio. Por lo que, suele ser usado para poder promocionar y vender los productos de determinada manera.
Promover y favorecer determinadas emociones que puedan motivar el consumo. Por tanto, aquí entra el marketing en el sentido que más influencia tiene en la decisión de compra, es decir, el olfato.
Asimismo, este debe ser lo suficientemente reconocible ante otros tipos de olores, especialmente de otras marcas que sean competencia directa.
Esta comunicación directa es conocida por las grandes empresas, ya que no dudan en poder explotarla sabiendo que es una de las acciones que despiertan nuestra hambre de comprar frente a una toma de decisiones racionales.