La ansiedad es un estado mental de crisis en el cual las preocupaciones y las situaciones dela realidad representan en una amenaza para el individuo.
De esta forma, quienes padecen de un estado de ansiedad suelen experimentar un descontrol de sus pensamientos motivado a la preocupación y el estrés generado por aquella situación o persona que le significa un peligro.
Normalmente, este representa un sistema de alerta que tiene el propio cuerpo humano el cual se activa ante determinados eventos. Su principal función es la de mantener el cuerpo alerta y preparado para enfrentarse o alejarse de aquello que le genera la sensación de amenaza o riesgo.
Para el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, la ansiedad se produce debido a un conflicto mental, donde los individuos afectados viven un estado de grave desgaste hasta el punto de perder el control sobre su propia mente y cuerpo.
Freud incluso considera a la ansiedad como una “transformación tóxica” de las energías de la persona. Donde los miedos –muchas veces injustificados- y los traumas del pasado se apoderan de los pensamientos, afectando el comportamiento del individuo que lo padece.
El médico neurólogo y padre del psicoanálisis, fue uno de los primeros en analizar a profundidad los distintos fenómenos inconscientes de la mente humana. A través de esta investigación, Freud se percató de la existencia de un estado en específico que causaba graves efectos sobre la mente de los seres humanos.
Una vez que logró identificar a la ansiedad, se dedicó a un extenso estudio sobre sus síntomas, detonantes y efectos. Un conocimiento que sirvió de base años después para las diferentes teorías de la medicina moderna relacionadas con la ansiedad.
Tipos de ansiedad según Sigmund Freud
De acuerdo con Freud, la ansiedad se produce debido a la presencia de diversos conflictos y choques entre los eventos de la realidad y la mente de las personas. Por lo que la misma representa un mecanismo defensivo del cuerpo contra las diferentes amenazas presentes en el entorno.
Normalmente quienes lo padecen, experimentan momentos de estrés, preocupación o temor, lo que genera que su propia mente se interponga y tome control de la situación. De esta forma, es posible que el individuo intente huir, atacar, neutralizar o adaptarse ante aquello que le representa un riesgo para su propio bienestar.
Freud destacó que la razón detrás de un ataque de ansiedad puede conducir a determinadas conductas neuróticas y conductas psicóticas, dependiendo de cada caso. Por lo que dividió en tres tipos:
Ansiedad realista:
Es aquella que ocurre producto de un evento concreto y real, como puede ser el participar de un enfrentamiento –verbal o físico-, o presenciar cualquier tipo de catástrofe. Debido a que este tipo de situaciones representan una amenaza para la integridad y la supervivencia de la persona.
Ansiedad neurótica:
También catalogada como secundaria se genera debido a los pensamientos y sentimientos propios los cuales se ven afectados por la anticipación de un posible evento. Una clara manifestación de este tipo de ansiedad es un incontrolable nerviosismo, la necesidad de huir ante dicha situación y el descontrol.
Para Freud, los instintos y los miedos serían los principales responsables detrás de esta alteración en la persona. Este conjunto de traumas suelen ser uno de los principales obstáculos para alcanzar la felicidad y de crecer como individuo.
Ansiedad moral:
Un raro tipo que se manifiesta debido a la sensación de inconformidad propia, desilusión y decepción hacia los esfuerzos realizados, teniendo en cuenta la percepción que generó dicho desempeño en el entorno. Los pensamientos como “debería…”, “si hubiera hecho…”; el temor al castigo y la sensación de fracaso suelen ser los desencadenantes de esta alteración del estado mental.