Respaldo científico sobre cómo el océano influye en la salud física, mental y energética
Desde tiempos antiguos se ha dicho que “el mar lo cura todo”. Hoy, la ciencia confirma que sumergirse, mirar o incluso respirar el aire del mar tiene un poderoso efecto sobre el cuerpo y la mente. Además, recientes investigaciones han revelado que los minerales del agua marina, cuando se extraen y purifican correctamente, pueden convertirse en un compuesto extraordinario conocido como Ormus, capaz de mejorar la vitalidad y el equilibrio celular.

1. Bañarse en el mar: un baño de minerales y bienestar
Los estudios sobre la talasoterapia —terapia que utiliza el agua, el barro y las algas marinas— demuestran que bañarse en el mar estimula la circulación, desintoxica el organismo y fortalece el sistema inmunológico.
El agua marina contiene más de 80 minerales esenciales, como magnesio, zinc, potasio, calcio y yodo, que se absorben fácilmente a través de la piel. Estos elementos ayudan a:
- Mejorar la oxigenación celular
- Acelerar la regeneración de tejidos
- Disminuir dolores articulares y musculares
- Regular el sistema nervioso
- Reducir síntomas de ansiedad y depresión
Un estudio publicado en el International Journal of Environmental Research and Public Health (2021) confirmó que las personas que nadan regularmente en el mar reportan niveles significativamente más bajos de estrés y una mayor sensación de bienestar general.
2. Mirar el mar: la neurociencia del estado “Blue Mind”
El biólogo marino Wallace J. Nichols acuñó el término “Blue Mind”, que describe el estado mental de calma, conexión y claridad que ocurre cuando estamos cerca del agua.
Observar el mar produce un efecto directo sobre el sistema nervioso parasimpático, responsable de inducir la relajación. La combinación del sonido rítmico de las olas, el color azul del horizonte y la inmensidad visual generan un patrón cerebral similar al de la meditación profunda.
Los beneficios comprobados incluyen:
- Reducción del cortisol (hormona del estrés)
- Mejora de la concentración y la creatividad
- Disminución de la presión arterial
- Sensación de conexión espiritual y gratitud
De hecho, mirar el mar activa regiones cerebrales asociadas con la empatía, la contemplación y la regulación emocional, según un estudio de la University of Exeter (Reino Unido, 2019).
3. El Ormus: la esencia mineral del mar
El Ormus, también conocido como “el oro monoatómico del océano”, es un compuesto elaborado a partir de los minerales extraídos de la sal de mar, pero sin contener sodio ni sal. Durante su proceso alquímico, se separan los elementos pesados y se conservan los minerales en estado monoatómico, lo que permite una mayor biodisponibilidad a nivel celular.
Investigaciones preliminares sugieren que el Ormus puede:
- Mejorar la energía vital y la claridad mental
- Potenciar la regeneración celular
- Equilibrar el sistema nervioso y endocrino
- Favorecer la meditación y la conexión interior
A nivel biofísico, se cree que el Ormus actúa como un superconductor biológico, ayudando al cuerpo a mantener su campo electromagnético en equilibrio.
4. Conexión total: cuerpo, mente y océano
Tomar un baño de mar, observar su inmensidad y complementar con Ormus es una práctica de reconexión integral con los elementos de la Tierra.
Mientras el cuerpo se nutre de minerales, la mente se calma y el alma recuerda su origen acuático.
No se trata solo de bienestar físico, sino de restablecer la frecuencia natural del organismo con la energía vibrante del océano.

