El cambio climático es uno de los síntomas más evidentes del impacto negativo de la contaminación sobre el planeta tierra.
Con el paso de los años, distintas partes del mundo experimentaron los efectos del cambio climático. El cual afecta la supervivencia de animales, plantas e incluso del ser humano.
Una alarmante situación que despertó el interés y preocupación de las personas sobre el verdadero impacto del cambio climático en sus vidas. El cual muchos llegaron a pensar, que se trataba de una exageración por parte de los protectores del medio ambiente.
Al ser conscientes de esta realidad, organizaciones y personas de todo el mundo se han dedicado a desarrollar nuevas alternativas y tecnologías. Creando y probando estrategias e inventos que buscan proteger el planeta del daño recibido y reducir el impacto del cambio climático.
La necesidad de buscar una solución conllevo a que la crisis climática, la contaminación y el calentamiento global se convirtieran en foco de atención. Hasta el punto de ser un tema común de discusión para las naciones, quienes esperan revertir el daño registrado en el planeta.
Combatir el cambio climático mediante la reforestación
En búsqueda de una solución capaz de ayudar a recuperar y proteger al medio ambiente de un daño mayor en el futuro. Expertos determinaron que la reforestación masiva, es la mejor opción para salvar al planeta del cambio climático.
Un estudio afirma que al reforestar una importante superficie del planeta se podría contrarrestar los efectos del dióxido de carbono que generan las industrias a nivel global.
El profesor de Instituto Tecnológico de Suiza, Tom Crowther es el autor de la teoría de “plantar árboles para salvar el planeta”. Quien afirmó que la reforestación es: «la más poderosa solución planetaria que tenemos en la actualidad” para enfrentar los efectos del cambio climático.
El experto señaló que alrededor del mundo existen cerca de 900 millones de hectáreas que podrían ser fundamentales para la reforestación. Un proceso que se realizaría de forma estratégica y organizada para lograr alcanzar los resultados esperados.
De esta forma, se garantizaría la plantación de árboles nativos acordes al suelo, agua y condición climática de cada región. Para así lograr un desarrollo de los árboles en perfecto estado, sin que esta reforestación implique un daño al entorno donde se planten.
Crowther calculó que todo el proceso de reforestación costaría cerca de 300 millones de dólares y representaría una ayuda para recuperar la biodiversidad de distintas partes del mundo. Además su costo no se compara con el beneficio que representa esta opción para salvar a la humanidad y animales de los efectos del cambio climático.