Una relación se nutre positiva o negativamente de las experiencias, sentimientos, emociones y acciones para hacerte feliz a una persona
De ahí la importancia de elegir a la persona correcta con la que establecer una sana relación amorosa.
Y es que al buscar una pareja tendemos a analizar el aspecto externo y las características internas de la persona que nos interesa. Sin embargo, lo más importante para una relación es asegurar la verdad y la reciprocidad de los sentimientos de ambas personas.
El amor es un sentimiento sin comparación, especialmente cuando se trata del vínculo entre una pareja.
Pero, debemos ser realistas, ya que no existen las relaciones perfectas, dignas de portada de novela romántica. Al contrario, enfrentaremos momentos de tristeza y alegría, capaces de sacudir nuestro corazón.
Aunque lo más importante es reconocer que dentro del amor, no existe espacio para el daño, el menosprecio, la incertidumbre o cualquier otra expresión de dolor. Dado que en una relación estable, ninguno de los involucrados pretende causar daño físico, mental, o emocional de forma intencional para ser feliz.
Para amar y hacer feliz a una persona, no hace falta herir
Toda relación amorosa debe basarse en la confianza, aprecio, respeto, igualdad y el entendimiento. No en el menosprecio, las mentiras, la manipulación o de herir a tu pareja, ya que el dolor no es parte de la fórmula para el amor, al contrario, es una advertencia sobre un dramático final.
En una relación saludable, puedes conversar sobre los problemas y malentendidos en búsqueda de una solución y ser feliz y no tras el conflicto. Donde ante los errores, se pueda perdonar y rectificar, sin subestimar, maltratar, perjudicar o herir al otro.
Después de todo, en una relación participan dos personas con la capacidad de cometer errores y enfrentar las consecuencias del mismo. Sin embargo existe una gran diferencia entre herir de forma inconsciente y causar daño aprovechando las debilidades o temores del otro.
Una pareja verdadera es capaz de comprender, alentar, acompañar y amar de forma equitativa y similar al aprecio que recibe. Por lo que solo con la persona correcta podrás experimentar este preciado vínculo.
Basado en un amor sincero, racional y humano, que puede mejorar y evolucionar, en búsqueda del beneficio y el crecimiento de ambos.
Y aunque nos gustaría poder afirmar lo contrario, no existe pareja alguna que esté exenta de las peleas, discusiones o enfrentamientos. Principalmente, las dificultades son parte del camino de la vida de toda persona, especialmente de una relación que se muestra feliz.
Sin embargo, la forma en la que ambos interactúan, consideran, piensan y sienten sobre el otro, determinará la forma en que resolverán y enfrentaran cada obstáculo. Pensando como un conjunto o como dos seres humanos con prioridades e intereses individuales.