El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento de las personas que la padecen. Uno de los aspectos más visibles de esta afección se observa directamente en el cerebro. A continuación, analizaremos las diferencias principales entre un cerebro sano y uno afectado por el Alzheimer, así como sus implicaciones en la función cognitiva.

1. Volumen y atrofia cerebral
- Cerebro normal: Mantiene un volumen estable a lo largo de la edad adulta, aunque es natural experimentar cierta disminución de masa cerebral con el envejecimiento. Sin embargo, esta pérdida suele ser gradual y no tan pronunciada como en el Alzheimer.
- Cerebro con Alzheimer: Presenta una marcada atrofia, sobre todo en regiones clave para la memoria y la cognición, como el hipocampo y la corteza cerebral. Esta reducción de volumen se asocia con la pérdida de neuronas y sinapsis, lo que se traduce en un deterioro progresivo de las funciones mentales.
2. Placas de beta-amiloide y ovillos neurofibrilares
- Cerebro normal: Aunque pueden existir algunas placas de beta-amiloide o cambios celulares con la edad, su concentración es mucho menor y no suele interferir de manera significativa en el funcionamiento cognitivo.
- Cerebro con Alzheimer: La acumulación excesiva de placas de beta-amiloide entre las neuronas y la formación de ovillos neurofibrilares (compuestos principalmente de proteína tau anómala) son características distintivas de esta enfermedad. Estos depósitos afectan la comunicación entre neuronas y conducen a la muerte celular.
3. Cambios en la corteza cerebral
- Cerebro normal: La corteza, encargada de procesar información compleja, se mantiene relativamente intacta, permitiendo el desempeño adecuado de la memoria, el lenguaje, la resolución de problemas y la toma de decisiones.
- Cerebro con Alzheimer: Se observan adelgazamientos en diferentes áreas de la corteza, especialmente en las zonas temporales y parietales. Estos cambios conllevan dificultades en la memoria a corto y largo plazo, desorientación, problemas de lenguaje y de juicio, entre otros síntomas.
4. Efectos en el hipocampo
- Cerebro normal: El hipocampo es esencial para la formación de nuevos recuerdos. En un cerebro sano, esta estructura trabaja de manera eficiente, consolidando y recuperando la información almacenada.
- Cerebro con Alzheimer: El hipocampo suele ser una de las primeras áreas afectadas. La pérdida neuronal en esta región explica por qué uno de los primeros síntomas del Alzheimer es la dificultad para formar recuerdos recientes y retener nueva información.
5. Flujo sanguíneo y metabolismo
- Cerebro normal: Mantiene un flujo sanguíneo y una actividad metabólica relativamente estables, lo que garantiza el suministro de oxígeno y nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento.
- Cerebro con Alzheimer: Se producen alteraciones en el flujo sanguíneo y en la utilización de glucosa, lo que afecta la energía disponible para las neuronas. Este fenómeno contribuye al deterioro cognitivo y a la degeneración progresiva del tejido cerebral.
6. Manifestaciones clínicas
- Cerebro normal: Puede experimentar leves olvidos o una ralentización en el procesamiento de información, considerados parte del envejecimiento normal. Sin embargo, la persona mantiene su autonomía y capacidad para llevar a cabo sus actividades diarias.
- Cerebro con Alzheimer: Además de la pérdida de memoria, aparecen cambios en el comportamiento, desorientación espacial y temporal, problemas para comunicarse y, en etapas avanzadas, dependencia casi total de los cuidadores.
Conclusión
Las diferencias entre un cerebro normal y uno con Alzheimer son notables, tanto en la estructura como en la función. Mientras que el envejecimiento normal conlleva cambios sutiles en el tejido cerebral, la enfermedad de Alzheimer provoca una atrofia significativa, acumulación de proteínas tóxicas y alteraciones en regiones críticas para la memoria y el pensamiento. Comprender estos cambios es fundamental para el diagnóstico precoz, la búsqueda de tratamientos efectivos y el apoyo adecuado a las personas afectadas por esta enfermedad.