Cuando hablamos del maltrato verbal en la niñez, tenemos que decirte que esto afecta directamente a la autoestima de los más pequeños. Sin embargo, no somos consciente de todo lo que conlleva.
Esto se debe a que podemos confundirlo con el uso de palabras malsonantes. Sin embargo, todo eso va mucho más allá.
El maltrato verbal es un ataque directo al sentimiento de valí de la persona que lo recibe, en este caso los niños. Además, el maltratar por medio de palabras implica un maltrato psicológico.
Por ello, según National Child Traumatic Stress Network (NCTSN), arroja que el maltrato psicológico es la forma más frecuente de violencia.
Es de mucha importancia que si somos padres tengamos cuidado de aquello que le decimos a nuestros hijos. Porque de ahí, se puede reflejar nuestra forma de comunicación con ellos y cómo les enseñamos a señalar sus errores.
Maltrato verbal ¿deja huella en la niñez?
Cuando el maltrato verbal se produce en la niñez deja una importante huella en la infancia, ya que es un momento de la etapa evolutiva muy crítico.
Ahí el sistema nervioso y el cerebro son muy vulnerables a cualquier estímulo del entorno, por tanto todo lo que ocurra en el exterior influye de una u otra manera en el niño.
Según J. Pinel durante el proceso de neurodesarrollo transcurre desde la concepción hasta el período fetal, el cual continúa durante el periodo postnatal y no se frena hasta llegar a la edad adulta.
Por tanto, es normal que los niños se encuentren en una etapa susceptible donde puede sufrir daños a nivel neuropsicológico.
La culpa es de los castigos
Muchos padres no saben educar a sus hijos de otra manera que no sea incidiendo siempre en lo que hacen mal. Por lo que, si hacen algo bien no lo señalan porque consideran que así debería ser.
Sin embargo, en una etapa tan delicada como la infancia, focalizar la atención únicamente en los aspectos negativos tiene graves consecuencias.
La mayoría de las veces, no solo se señala lo que hace mal, sino que además se fomenta a que se sienta culpable por haber hecho enfadar a sus padres. Esto tenemos que agregarle una mala elección de las palabras para expresar estos mensajes.
El comparar un niño con otro puede parecer inocente, incluso si alguien puede justificar que el padre estaba tan enfadado que perdió los estribos. Todo esto puede dejar una huella imborrable en la mente de cualquier niño, sobre todo si se hace de manera recurrente.
¿Cuál es la imagen que queremos que se forme el niño de sí mismo? No olvidemos que durante la infancia se está construyendo su identidad. Una identidad llena de inseguridades y de aspectos negativos impedirá que construya una autoestima sólida.
El maltrato verbal afecta de manera importante en la niñez. También hay que decir que los a veces los progenitores no se dan cuenta de que su frustración en el trabajo, niveles altos de estrés, problemas de pareja llegan a proyectarlo a sus hijos por medio del lenguaje.
El ser capaz de poder gestionar una manera adecuada de poder manejar las emociones, empatizar con los más pequeños y aprender a comunicarnos de manera positiva, podrá repercutir en su autoestima de manera positiva.