Todas las personas se encuentran expuestas a manifestar y experimentar el egoísmo en cualquier aspecto de la vida, especialmente cuando se trata del amor.
Dicho egoísmo se puede expresar de diferentes formas las cuales afectan tanto al entorno como a las relaciones sentimentales causando gran daño y dolor.
Según el comportamiento, motivación y acciones se producen dos vertientes del egoísmo. La positiva es donde la persona prioriza y cuida de sí misma sin afectar a otros y en el lado opuesto se encuentran quienes disfrutan de tomar sin dar nada a cambio, un escenario bastante común en el amor.
Una relación de amor requiere del compromiso de dos individuos quienes realizan su mayor esfuerzo para enfrentarse a las dificultades que puedan encontrar como pareja. Por lo que es un vínculo que requiere de sacrificios, entrega, dedicación, pasión y compromiso para ser el respaldo y motivación del otro.
Sin embargo muchas veces en una relación sentimental se produce un grave desbalance entre las partes involucradas. De forma de que solo uno de los miembros de la pareja, realiza todo el esfuerzo, trabajo y sacrificio que requiere el mantener su vínculo a flote ante cualquier situación mientras que el otro se aprovecha de los sentimientos de su compañero.
De esta forma los individuos utilizan los sentimientos y emociones de otras personas a su favor, para recibir cualquier tipo de beneficios. Dejando todo el peso de la relación sobre su pareja sin realizar ningún esfuerzo, sacrificio o acción que sirva de balance entre ambos.
El egoísmo y sus consecuencias en el amor
“El egoísmo no es vivir como uno desea vivir, es pedir a los demás que vivan como uno quiere vivir” – Oscar Wilde.
Una persona egoísta es aquella que solo busca su propio beneficio sin tener en cuenta el impacto de sus acciones sobre los demás, dado que solo él forma parte de su lista de prioridades. Por lo que es capaz de manipular, controlar y utilizar los sentimientos, emociones y cualidades de otros individuos sin remordimientos.
Un comportamiento que también se presenta dentro de las relaciones sentimentales, donde el amor de una pareja se ve abrumado por el egoísmo de uno de los involucrados. Quien se aprovecha y doblega la voluntad de su enamorado para su propio beneficio y placer.
Sin duda una de las principales razones que pueden acabar con el amor en cualquier relación sentimental y causar la separación. Dado que es un comportamiento que causa gran dolor en la persona utilizada quien debido a sus propios sentimientos suele omitir el egoísmo de su pareja sin percatarse del daño recibido.
Normalmente la víctima de este tipo de relaciones suele encontrar su felicidad con otra persona que comprende las reglas básicas de la pareja. Sin embargo alguien egoísta suele permanecer siempre dentro de este bucle donde utiliza y manipula a quienes se sienten atraídos a él, dado que es la única forma de placer y emoción que percibe.
“El individuo egoísta no se ama demasiado, sino muy poco; en realidad, se odia. Tal falta de cariño y cuidado por sí mismo, que no es sino la expresión de su falta de productividad, lo deja vacío y frustrado. Se siente necesariamente infeliz y ansiosamente preocupado por arrancar a la vida las satisfacciones que él se impide obtener” -Erich Fromm.
Es por ello que el egoísmo es capaz de consumir por completo a las personas, dado que se trata de llenar una sensación de vacío mientras se causa daño a terceros involucrados. Por lo que es imposible lograr alcanzar la felicidad por completo, incluso si dicho individuo se encuentra con la persona adecuada, dado que sus objetivos le impide valorar a quienes se preocupan e interesan por él.