El cambio climático puede afectar las lombrices y generar graves efectos sobre los ecosistemas

El cambio climático es una grave problemática y realidad que representa una amenaza para el ser humano, el planeta, las especies animales y sus diversos ecosistemas.

Así lo afirma un reciente estudio realizado por un grupo de 140 científicos de todo el mundo, respaldados por el German Centre for Integrative Biodiversity Research (iDiv). El cual analizó el impacto del cambio climático en el comportamiento de las lombrices.

Gerardo Moreno, científico de la Universidad de Extremadura y coautor del estudio, afirmó evidenciar una preferencia en los anélidos hacia las regiones templadas. Donde presentan mayor diversidad y abundancia, en comparación con las zonas trópicas producto de los factores ambientales.

Impacto de las lombrices en el medio ambiente

La investigación analizó el comportamiento y distribución de las lombrices alrededor del mundo, además de los efectos que el cambio climático ejerce sobre la labor de estos anélidos.

Ya que las lombrices, son las responsables de mezclar los componentes minerales y orgánicos presentes en los suelos, potenciando su fertilidad. De esta forma se incrementan la probabilidad del crecimiento de las plantas, al tiempo que contribuyen con la dispersión de las semillas.

Según los científicos, la labor de las lombrices hace que el ecosistema se mantenga en constante movimiento y fluidez. Ya que son la base de la cadena trófica (nutrientes) de muchos ecosistemas. Al alimentarse de materia muerta y formando parte de los nutrientes de otros organismos.

Cambio climático vs lombrices

La investigación reveló que el cambio climático y sus efectos, inciden directamente sobre el comportamiento y distribución de las lombrices por el mundo. Ya que sienten afinidad por ciertas condiciones climáticas específicas que incluyen la cantidad de precipitaciones y la temperatura de la zona.

En base a estos datos, los expertos lograron establecer la mayor base de datos de todas las lombrices ubicadas en todo el globo terráqueo. Dando como resultado, una tendencia a habitar diversas localidades de Europa, el norte de Estados Unidos y Nueva Zelanda.

Ya que son regiones que cuentan con las características ideales para el correcto desarrollo y desempeño de esta especie.

Precisamente por ello, los investigadores se mostraron preocupados por la conservación y mantenimiento de  estos hábitats. Así como del futuro que les espera a las localidades tras acentuarse los efectos del cambio climático y su inevitable repercusión sobre las lombrices y por ende sobre el ecosistema.