Convierte el momento de limpieza en un momento reflexivo. De acuerdo a la conocida filosofía de zen, un sujeto no podrá continuar su vida por el camino de la iluminación interior si no esta en orden tanto de mente cómo de espíritu.
Hablar de un orden es tener que comprender el gran proceso interminable y muy cambiante que esta constantemente relacionado con el caos, pero es sin duda algo que debemos buscar pues es necesario tener y procurar mantener un orden en cada aspecto de nuestra vida, ya sea el orden en casa o el orden en cualquier espacio vital, de igual manera asi nuestra mente debe ser limpiada y ordenada.
La filosofía zen se basa en el orden mental y espiritual, invitándote a la práctica constante de esta metáfora del espacio ordenado para eliminar todo caos interno en cada uno de nosotros. Esta es la propuesta del monje zen Shoukei Matsumoto en su libro «A Monk’s Guide to a Clean House and Mind»,quien hoy en dia es reconocido cómo un best seller en Japón. Ordenar nuestros espacios de forma consciente y estando siempre relajados, desechando la basura, eliminando el polvo cómo si al mismo tiempo limpiásemos nuestro propio espíritu es precisamente lo que traerá luz a nuestras vidas.
¿En que consiste ésta metáfora?
Son 3 sencillos pasos que realizamos a la hora de limpiar y ordenar y cada uno con un propósito:
- Barremos el polvo para despojarnos de aquellos deseos terrenales.
- Fregamos la suciedad en busca de poder alcanzar la libertad rompiendo nuestras ataduras.
- Llevamos un vida simple y sencilla y dedicamos tiempo en conocer nuestro yo interno.
Estos son los pasos que aplican a diario en los templos budistas, cada mañana antes de realizar la meditación cada monje realiza una actividad de limpieza durante un tiempo aproximado de 20 minutos. Lo importante de esta práctica está en concentrarnos en la actividad de limpieza y olvidarnos de todo lo demás, así puede ser productivo ese tiempo de atención única en la tarea de limpieza para llevar a cabo la meditación.
Matsumoto desarrolla este tipo de actividades con otros monjes cada 2 semanas en el Komyoji Temple en Kyoto, como una manera de convivir y de buscar el orden en todo aquello que por naturaleza tiene una gran tendencia al caos. El secreto está en la clase de energía que seas capaz de entregar en la cotidiana actividad de limpieza para lograr transformar ese tiempo en algo rutinario y sin nuestra atención en un momento perfecto para la reflexión introspectiva
Como un dato curioso existen beneficios comprobados por la ciencia en cuanto a la actividad de ordenar nuestros hogares, aquellas personas que logran disfrutar de ese tiempo y de esa actividad en casa son personas más relajadas y más disciplinadas según algunas investigaciones.
Tantos son los beneficios que podemos disfrutar desde esta filosofía que te invitamos a que olvides las labores de limpieza como algo rutinario y obligatorio y comiences a disfrutar al máximo este tiempo para llevar a cabo una meditación en busca de una gran transformación en tu vida.