El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que afecta la forma en que una persona se comunica, interactúa socialmente y percibe el mundo que le rodea. Aunque se manifiesta de manera diferente en cada individuo, existen ciertos síntomas comunes y observables que pueden ayudar a detectarlo desde la infancia.
¿Qué es el TEA?
El TEA no es una enfermedad, sino una condición neurológica que acompaña a la persona a lo largo de toda su vida. No tiene cura, pero con una detección temprana y apoyos adecuados, quienes lo presentan pueden desarrollar una vida plena, autónoma y feliz.
Se presenta en distintos grados (leve, moderado o severo), por eso se le llama “espectro”.
Principales Síntomas del Autismo (TEA)
1. 🗣️ Problemas de comunicación
Las personas con autismo pueden tener dificultades para expresarse verbalmente, mantener una conversación fluida o comprender las reglas sociales del lenguaje, como los gestos, el tono de voz o el sarcasmo.
2. 🔁 Conductas repetitivas
Pueden repetir constantemente movimientos (como aleteo de manos), palabras o acciones. Estas rutinas les proporcionan seguridad y estructura.
3. 🙈 Evitar el contacto visual
Evitan mirar a los ojos durante una conversación, lo que a menudo es uno de los primeros signos que detectan los padres o cuidadores.
4. 🎯 Intereses restringidos
Se enfocan intensamente en un tema o actividad específica. Por ejemplo, aprender todo sobre trenes, autos, fechas, dinosaurios, o repetir la misma canción una y otra vez.
Otros síntomas comunes del TEA (no incluidos en la imagen)
- Hiper o hiposensibilidad a sonidos, luces, texturas o sabores.
- Dificultades para adaptarse a cambios o imprevistos.
- Poca expresión facial o emocional.
- Dificultad para jugar de forma simbólica (por ejemplo, fingir que una caja es un auto).
- Preferencia por estar solos.
- Dificultad para comprender emociones ajenas (empatía cognitiva).
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico del TEA requiere una evaluación multidisciplinaria:
🔹 Entrevistas clínicas
🔹 Observación del comportamiento
🔹 Pruebas del desarrollo del lenguaje y la comunicación
🔹 Evaluación por parte de psicólogos o neurólogos infantiles
Puede hacerse desde los 18 meses, y mientras antes se detecte, mejores serán las herramientas de intervención.
Apoyo y tratamiento
Aunque no hay cura, la intervención temprana con terapias de lenguaje, ocupacionales, sensoriales y apoyo emocional puede hacer una enorme diferencia en la calidad de vida de las personas con TEA.
Algunas formas de apoyo:
- Establecer rutinas claras
- Terapia ABA (análisis conductual aplicado)
- Educación especial adaptada
- Acompañamiento emocional a la familia
- Promover entornos inclusivos en escuelas y comunidades
Conclusión
El Autismo no es una tragedia. La verdadera tragedia es no detectar a tiempo, no ofrecer apoyo y no comprender la diversidad neurológica.
La información y el amor son las herramientas más poderosas para construir una sociedad más inclusiva.