La demencia senil no es una enfermedad específica, sino un término general que describe el deterioro progresivo de las funciones cognitivas, generalmente en personas mayores. La causa más común es el Alzheimer, aunque hay otros tipos. Estos son los síntomas más frecuentes:
1. Pérdida de memoria a corto plazo
🔹 Olvidan eventos recientes, citas o conversaciones.
🔹 Piden la misma información varias veces.
2. Dificultad para encontrar palabras
🔹 Se les hace difícil completar frases o recordar nombres.
🔹 Usan palabras genéricas como «eso» o «cosa».
3. Desorientación en tiempo y lugar
🔹 No recuerdan en qué día están.
🔹 Se pierden en lugares conocidos.
4. Cambios de humor o comportamiento
🔹 Pueden volverse irritables, tristes o ansiosos sin motivo claro.
🔹 Cambios repentinos en la personalidad.
5. Problemas para realizar tareas cotidianas
🔹 Dificultad para cocinar, pagar cuentas o vestirse.
🔹 Se confunden con instrucciones simples.
6. Juicio y toma de decisiones alterados
🔹 Gastan dinero inapropiadamente o descuidan la higiene personal.
🔹 Toman decisiones incoherentes o peligrosas.
7. Aislamiento social
🔹 Pierden interés en actividades sociales o hobbies.
🔹 Se aíslan y evitan interacciones.
8. Problemas visuales o espaciales
🔹 Dificultad para leer, juzgar distancias o percibir colores.
9. Alteraciones en el sueño
🔹 Insomnio, despertares nocturnos frecuentes o confusión al anochecer (síndrome del ocaso).
¿Qué hacer si se presentan estos síntomas?
Si tú o un ser querido presenta varios de estos signos, es fundamental consultar con un médico especialista (neurólogo o geriatra). Un diagnóstico temprano puede mejorar la calidad de vida y ofrecer opciones para manejar el avance de la enfermedad.