Muchas veces, una relación amorosa llegan a su fin, mucho antes de producirse una separación física
Sin embargo los sentimientos, la interacción, el entorno e incluso por hábito, una pareja puede llegar a decidir seguir conviviendo juntos, pese a que emocionalmente ambos individuos ya han separado sus caminos y metas.
Debes tener presente, que a veces el amor no es suficiente para el éxito de una pareja, y que a veces, dejar ir, es la mejor solución para cortar esos lazos que pueden estarte reteniendo sin que te des cuenta.
Si aún dudas sobre el final de la relación, te presentamos diez señales que indican que una relación –sin importar los años que lleven juntos- ha llegado la recta final.
No interactúan como pareja en la relación amorosa
El desinteres y el alejamiento son una de las señales más evidentes, de que existe un problema en la relación, principalmente se manifiesta al evitar la interacción con tu pareja, sin tener ganas de compartir tus experiencias o preocupaciones, incluso llegando al punto de tomar decisiones –que pueden afectar a ambos- de forma individual, sin llegar a considerar su opinión o preferencias.
Ausencia de cercanía física
Casi no hay intimidad entre ustedes. En la vida cotidiana, no intercambias gestos amorosos, ya no se abrazan y, a excepción de los obligatorios saludos, ya no hay besos entre los dos. Falta la necesidad de cercanía con el compañero. Las campanas de alarma deben sonar especialmente fuertes si encuentras que el contacto con el cuerpo es incluso desagradable o llegas a sentir rechazo hacia la otra persona.
No se diviertan juntos
Las risas y la diversión son una parte vital de una relación sana. Si durante mucho tiempo no han compartido pasatiempos, actividades recreativas o intereses, es posible que la chispa en la pareja se haya desvanecido.
No estás esperando a tu pareja
Al vivir juntos se hace una practica normal esperar a tu pareja después del trabajo o en la casa para disfrutar de esos minutos en conjunto que pueden pasar en medio de una vida atareada. Sin embargo, si alguno espera con ansias los momentos a solas –no es lo mismo que tener un espacio para sí mismo-, para disfrutar con amigos y otras personas (sin la pareja cerca), quizás la relación no esté tan bien como crees.
Tu pareja solo te molesta en la relación
Todas las personas tienen gestos o actitudes que pueden molestar a quienes están a tu alrededor. Pero si esta reacción se convierte en algo exagerado, hasta el punto de molestarte por todas las cosas que hace tu pareja y el cómo las hace, llegando a causar molestias e inconvenientes entre ambos, es momento de analizar en frío el futuro de ambos.
Manifiestas desprecio por tu pareja
El respeto es una de las bases fundamentales para cualquier relación. Aunque existan momentos de discusiones, altibajos, conflictos y tensiones, el respeto debe prevalecer tanto para la otra persona como para ti mismo. Pero, si llega a desaparecer y el desprecio y la violencia toman protagonismo en la pareja, es momento de detener todo y replantear seriamente si es sano continuar en dicha relación.
Diferencias sobre los planes para el futuro
La comunicación es un factor clave, y es necesario mantener este flujo durante la relación. De esta forma podrás saber a tiempo, si la persona a tu lado comparte alguno de los planes que tienes para el futuro.
¿Dónde quieren vivir?, ¿hijos?, ¿mascotas?, ¿compromiso?, son temas muy importantes que pueden llegar a marcar la diferencia entre una relación duradera y un romance de verano.
En algunos se puede negociar un punto medio, sin embargo, si mantienen dos visiones del futuro diferentes, con el tiempo, esto puede llegar a afectar negativamente a ambos.
Se hacen daño de forma intencional
Muchas veces el estrés y los problemas del día a día, sumados a la vida en pareja pueden llegar a desgastar emocional y físicamente a una persona. Pero quienes aman de verdad, no quieren causar daño, mucho menos de forma intencional –mediante palabras dañinas o violencia física-. Simplemente, una relación que deja de lado el amor y se enfoca en el odio, la frustración y la rabia no tiene ningún futuro ni sentido.
La indiferencia como base de sus interacciones en la relación
No existe mayor signo de separación que la indiferencia, dado que en este punto de la relación, la pareja deja de darle importancia al estado emocional, físico o anímico de la otra persona. Sin deseo de interactuar o de contribuir con el otro, aun si se trata de momentos de gran valor para el o ella. Si ya no te importa, es momento de decir adiós y de cerrar este circulo vicioso que sólo los destruye a ambos.
Aunque las relaciones son una experiencia única, es importante saber apreciarte y proteger tu corazón, aún si todavía amas a tu pareja, debes mantener una mente fría y analizar, si en verdad vale la pena el esfuerzo, o si se trata de una relación que hace tiempo se acabó, y a la que no quieres renunciar, pese a que no existe nada que rescatar más que recuerdos.