Al experimentar tristeza, estrés o soledad es normal desear recibir los abrazos de tus familiares o pareja para motivarte, mejorar tu ánimo y recargar energía.
Para muchas personas los abrazos son mucho más que una demostración de afecto y cariño, dado que son capaces de brindar calma y tranquilidad al alma.
La razón detrás de esta increíble sensación que percibes al recibir o brindar un abrazo a tus seres queridos se debe a la presencia de la oxitocina. Una hormona comúnmente asociada con cualquier tipo de demostraciones de amor, cariño y afecto.
Para la ciencia, la oxitocia (también llamada la hormona de los abrazos), es un magnífico descubrimiento, el cual confirma los efectos positivos que generan las demostraciones de afecto para la salud de las personas. Al tener la capacidad de brindar una sensación de confort, calma, amor y felicidad.
La primera vez que los expertos se percataron de la oxitocina se produjo al analizar a las mujeres embarazadas. Quienes al momento de dar a luz a sus pequeños, segregan grandes cantidades de esta hormona, lo que les permite suprimir gran parte del dolor, el cual se ve opacado por la sensación de amor y su conexión con el recién nacido.
Un comportamiento que resultó bastante llamativo y que condujo a una investigación más extensa sobre el efecto de la hormona y las situaciones que provocaban su aparición en el organismo de las personas. De esta forma descubrieron que tan solo 20 segundos de abrazos tienen la capacidad de generar una gran la liberación de la oxitocina equivalente a un mes de terapia.
La importancia de los abrazos y de la oxitocina
Al recibir los abrazos, una persona es capaz de sentir de forma inmediata un bienestar físico y emocional, que favorece una mejora de su estado de ánimo y energía. Además la presencia de la oxitocina contribuye con la curación de los dolores o malestares, al tiempo que fortalece el sistema inmunológico y potencia el funcionamiento del corazón.
Para activar los efectos de esta hormona es necesario establecer un contacto físico directo (abrazos o beso), aunque también es posible percibir sus beneficios al ser el receptor de palabras de aliento, afecto o halagos por tu apariencia o desempeño.
Es por ello que ante la sensación de temor, inseguridad, soledad y estrés es recomendable acudir a una persona de confianza y recibir un abrazo. Dado que esta corta interacción genera una respuesta inmediata dentro de tu organismo gracias a la señales del cerebro, por lo que puedes percibir de forma inmediata una mejora en tu estado de ánimo.
Además la oxitocina tiene la capacidad de sobrepasar la presencia del cortisol en tu cuerpo, es decir, cada vez que recibes un abrazo puede combatir los efectos del estrés de forma natural y sin el uso de medicamentos u otros tratamientos.
De igual forma esta hormona es considerada por muchos como un antídoto contra las fobias sociales y el miedo. Motivado a que ante una situación de gran precaución y temor, la mejor solución consiste en recibir un abrazo, ya que este contacto físico brinda una sensación de calma y seguridad, capaz de reconfortar y aliviar.
Es por ello que si te sientes agobiado o triste, la mejor opción para mejorar tu baja de ánimo, es el de una sesión de abrazos –o besos- con tu persona favorita. Ya que la oxitocina también estimula la producción de serotonina y dopamina, las cuales contribuyen con la reducción del estrés y preocupaciones, mientras te facilitan sentirte positiva ante los desafíos y retos de tu día a día.