Gustavo fue diagnosticado con diabetes tipo 1 en el año de 2005. Desde ese día, este Ingeniero Industrial no podía dormir, comer o realizar ejercicio sin hacer un juego mental de probabilidades y cálculos para controlar sus niveles de glucosa. México, es el país donde nació y reside actualmente, la «desesperación» lo llevó a superar la tecnología actual de los aparatos médicos él confió su salud a una máquina que programó él mismo.
Ciudad de México, 11 junio (SinEmbargo/eldiario.es). Tres años de desarrollo e investigación y poco más de 200 euros y él como conejillo de indias: Es lo que necesitó este mexicano Gustavo Muñoz para hacer un páncreas artificial que le ayuda a sobrellevar la diabetes. Este ingeniero, perfeccionista y abierto completamente de mente ha experimentado con su propio cuerpo como superar los límites de su enfermedad.
Gustavo fue diagnosticado con diabetes tipo 1 en el año de 2005. Desde ese día, este Ingeniero Industrial no podía dormir, comer o realizar ejercicio sin hacer un juego mental de probabilidades y cálculos para controlar sus niveles de glucosa. México, es el país donde nació y reside actualmente, la «desesperación» lo llevó a superar la tecnología actual de los aparatos médicos él confió su salud a una máquina que programó él mismo.
Muñoz tiene que medirse los niveles de azúcar frecuentemente, como muchos pacientes con diabetes, inclusive cuando duerme. Para ahorrarse este procedimiento, fabricó un páncreas artificial con dos dispositivos que están en el mercado actualmente y un microprocesador que programo el mismo. En total fueron dos años de búsqueda y uno de desarrollo y 200 euros o 250 dólares fue lo que pago de su bolsa lo que no costea el seguro médico. Actualmente tiene 34 años y las 24 horas del día está conectado a su obra: que son tres aparatos que lleva enganchados en la parte superior del pantalón.
«Mi proyecto inició con un sistema de alarmas para despertarme de noche en caso de que no escuchará la señal de mi sensor continuo de glucosa», comentó a HojaDeRouter.com Se refiere al Monitorización Continua de Glucosa CGM, este aparato se implanta bajo la piel y avisa al portador de cualquier cambio en los niveles de azúcar. Recuerdo que «Me levantaba dos o tres veces durante todas las noches»- Muchas veces no escuchaba la alarma, me quedaba dormido. Esta fue una de las primeras razones por las que decidí usar mi propio cuerpo como laboratorio.
«Un paciente puede tomar más de 200 decisiones de tratamiento, en solo un día», comentó Muñoz. «Algunas veces observaba más veces el monitor de datos de mi CGM que las personas normales su teléfono celular». Una persona diabética debe controlar a toda hora, ya que los niveles de azúcar en la sangre cambian según las actividades como, la comida, ejercicio, estrés, en función de esto se debe inyectar insulina. Un pequeño sobresalto puede alterar la glucosa.
Gustavo entro de lleno en la lectura de estudios científicos e inicio a desarrollar algoritmos para ir convirtiendo los resultados teóricos en algo real. Me defino como una persona detallista y testaruda, gracias a estas cualidades no he pensado nunca abandonar el proyecto. » Es algo así como una obsesión que me hace siempre buscar mejorar. Continuar y buscar cómo puedo solucionar el problema».
Se topó con el trabajo de Berjamin West, en una búsqueda por internet, un programador que padece diabetes tipo 1. West realizó experimentos con su bomba de insulina por dos años, cuando termino, publicó su trabajo en GitHub, esta es una plataforma web de desarrollo colaborativo. Confiesa Gustavo que «Nada hubiera podido ser posible sin Ben West».
Uno de los principales obstáculos que ralentizan el avance de este tipo de herramientas, son los organismos que se encargan de vigilar el mercado sanitario. Gustavo asume que este tipo de desarrollos deben pasar por la autoridad, y no puede comprender porque demoran tanto tiempo. Actualmente los tratamientos son limitados, no es posible que estemos empleando las mismas tecnologías por tantos años. No es posible que los celulares o teléfonos inteligentes avancen más rápido que los aparatos médicos.»
Debido al estancamiento administrativo, las personas y familiares de diabéticos trabajan para mejorar por su cuenta propia la actual tecnología. Sistema de Páncreas Artificial de Fuente Abierta o las siglas OpenAPS, es una plataforma que ofrece ayuda, consejos y documentación para garantizar la seguridad de las personas dispuestas a fabricar su propio páncreas artificial.
Gustavo es cofundador igual que Kenneth Stack de Perceptuss, es una organización que forma a pacientes por medio de gráficos, y ha documentado todos sus procesos mediante un blog. Tengo muchas ganas de seguir luchando. «Me fascina continuar con mis contribuciones a los avances de tecnologías para tratar este tipo de padecimientos, que no han avanzado en 15 años, somos muy pocas personas atrevidas que en tan solo un año hemos avanzado muchísimo. Ya sea en nuestra casa, en nuestro tiempo libre. Con «software de fuente abierta y componentes baratos.