Sabías que la indiferencia asertiva es una expresión novedosa que inició en el ámbito de las relaciones amorosas.
Aunque con el pasar del tiempo el concepto ha ido utilizándose en otros campos, demostrando ser una idea muy interesante al momento de gestionar las diversas situaciones.
El concepto de indiferencia asertiva se debe a un comportamiento que bloquea de manera voluntaria cualquier tipo de reacción externa, ante cierto estímulo. Como si no importara o, simplemente, no afectara de ninguna forma. Esto se trata de una conducta simulada. Cuyo propósito es no revelarle a otro lo que se está sintiendo.
Lo que se busca es no exponer las emociones reales a la otra persona. A principio podría parecer una modalidad de fingimiento o, también conocida como manipulación. Sin embargo, llega a ser todo lo contrario.
La idea es evitar mostrar las flaquezas o debilidades para no ser manipulados por el otro, en condiciones en las que hay un juego de poder. Por eso, se le da el calificativo de asertiva, esta es una forma de indiferencia.
Indiferencia asertiva en lo amoroso
Cuando hablamos de este tema en relaciones amorosas es un jardín de rosas, pero a veces también es un campo de batalla. Son muchos elementos de poder que están en juego. Pero con esto no nos referimos al machismo proverbial, sino que la mujer actúe como figura de poder en muchas de las ocasiones.
Uno de los momentos en que se hace evidente y palpable es eso mejor conocido como tanteo. Esto se aplica cuando uno de los miembros de la pareja quiere probar cuánta influencia tiene acerca del otro. Por lo general, esto ocurre a principio de toda relación amorosa.
Además, sucede que cuando las pareja llega a su fin, sin ninguna c convicción, y uno de los todavía tiene el deseo de medir la posibilidades que tiene para volver a intentarlo. Esta es una especie de pulso de fuerza. Por lo que, en este caso la indiferencia asertiva puede ser una buenas estrategia.
Aunque fingir que no se siente nada, bien sea para evitar que se consiga el fin de la manipulación, o para impedir que se reinicio un vínculo que ya hemos dado por finalizado. Esto no es ningún engaño en sí, pero si es una táctica para poder lograr un bien superior.
Una excelente herramienta para tantear diversas situaciones
La indiferencia asertiva es aplicable en situaciones donde se genere conflicto día tras día. Estas diferencias con los demás hacen que forme parte de la rutina. La mayoría de las veces estas diferencias llegan a ser realmente insignificantes. Pero, constantemente tenemos que tomar la decisión de si llevamos una diferencia a un nivel mayor o no.
La decisión adecuada a qué se le da importancia y que no, no llega a ser algo que forma parte del tema de la asertividad. Precisamente, esa habilidad social te permite defender tus derechos de una manera eficaz. Dejando muy en claro el límite al abuso.
Aunque, para que se haga afectiva, también tienes que aprender a distinguir cuándo lo esencial de tus derechos está en riesgo y cuando no.
El famoso dejar pasar, forma parte de la indiferencia asertiva. Lo implica una valoración donde se pone en la balanza qué es lo que nos trae beneficios, con menos consecuencias negativas. Así que, responder la agresión de una persona embriagada, solo es válido si realmente pone en peligro algún bien que sea primordial.
Entonces, la indiferencia asertiva es una herramienta para gestionar diferentes situaciones conflictivas de una forma más inteligente. Aunque, en ocasiones lo mejor que podemos hacer es no hacer nada.