Toda persona posee un diálogo externo y uno interno, el primero es el que utilizamos regularmente para expresarnos en voz alta ante nuestro entorno
Mientras que el diálogo interno, son todos los pensamientos que poseemos. Estos contienen gran parte de nuestras reflexiones, sentimientos e ideas que por diversos motivos no expresamos y elegimos privatizar.
Esta conversación con nuestro “yo” interno, se realiza con naturalidad, cuando analizas una situación, estableces el orden de ejecutar una acción, al decidir cómo iniciar una conversación, al estudiar nuestro entorno y a las personas que lo rodean, e incluso cuando discutimos decisiones personales.
Es una dinámica que no se aprende, y que surge de forma natural al conservar en la mente dudas, reflexiones, ideas, inseguridades, temores y demás pensamientos, que debido al entorno o situación, resulta preferible mantener para sí.
El psiquiatra y autor de “Somos lo que hablamos”, Luis Roja, afirma que es importante hacer el hábito de hablar con uno mismo. Al conservar estos monólogos sin atender, se puede contribuir con la elaboración de pensamientos que pueden resultar destructivos para la persona.
“Estoy convencido, de que hablar es la actividad humana natural más eficaz a la hora de proteger la autoestima saludable, gestionar nuestra vida, disfrutar de la convivencia y las relaciones afectivas. Poder estimular los dispositivos naturales que facilitan nuestro bienestar físico, mental y social», afirmó el psiquiatra y autor.
Diálogo como crecimiento personal
Esto se debe ya que el diálogo internamente, las personas se ven obligadas a enfrentarse a sus propias dudas, prejuicios y recuerdos. Al tiempo que hace frente a las decisiones que rigen su vida, cuestionando y realizando una autoevaluación constante. Lo cual permite al individuo percatarse de los aciertos y de los errores, y así aprender.
La forma de pensar también se convierte en un reflejo de nuestro entorno, ya que al poseer un pensamiento derrotista y depresivo. Además, percibimos un ambiente lleno de culpas y de fracasos, donde incluso las actividades que nos resultan fáciles de realizar normalmente. Convirtiéndose en labores titánicas, muy difíciles de siquiera comprender.
Ante este escenario, el profesor de Ethan Kross realizó diversas pruebas en la Universidad de Michigan. Tras las cuales determinó que aquellas personas que mantenían pensamientos positivos con respecto a sí mismo. Estas obtenían más éxito y expresaban mayor seguridad sobre sus decisiones y habilidades. También, se mostraban como individuos felices y satisfechos.
En conclusión, mantener un diálogo saludable con tu yo interno, contribuirá en tu desarrollo personal y profesional. Es una forma de terapia donde no requieres de la ayuda de terceros, por lo que es ideal para realizar en cualquier momento del día.
Solo necesitas mantenerte abierto a tus propias criticas y miedos, con el objetivo de superarte cada vez más y alcanzar aquellas metas que te propones a lo largo de tu vida.