Todos los alimentos contienen una fecha de vencimiento, que previene su uso para evitar problemas de salud, aunque las semillas es una rara excepción a la regla.
Aunque los productos alimenticios enlatados o frescos contienen un determinado periodo de tiempo para su consumo, aunque las semillas son un mundo completamente diferente.
La fecha de vencimiento es una advertencia para evitar que las personas consuman los alimentos luego de determinado periodo de tiempo, tras el cual, dejan de ser aptos para la ingesta y pueden causar graves daños a tu organismo.
Aunque este procedimiento se implementa en la mayoría de los alimentos, cuando se trata de las semillas existe un gran misterio con respecto a su posible vencimiento. Dado que no existe una fecha límite con respecto a las plantas y a las semillas, por lo que normalmente es posible visualizar su estado al emplearlas.
Tal como ocurrió en una curiosa e interesante historia protagonizada por un grupo de estudiantes de Winnipeg, Canadá y una excavación arqueológica con un descubrimiento de 800 años de antigüedad.
El increíble hallazgo de unas semillas con más de 800 años
Durante una excavación arqueológica los jóvenes estudiantes canadienses realizaron el impresionante hallazgo de un alijo de semillas de calabaza de 800 años de antigüedad dentro de un ánfora de barro en Wisconsin.
Un descubrimiento repleto de intriga y emoción ante el estado de dicho alimento, el cual tras diversos análisis se determinó su fecha de descubrimiento de hace 800 años atrás.
Tras completar su extracción, los estudiantes decidieron plantarlas y así poder determinar si las mismas permanecían en buen estado o si contaban con una fecha de caducidad. Dado que su antigüedad, es una llamativa característica que generó gran curiosidad en los jóvenes.
Tres meses después, los estudiantes presenciaron el crecimiento de la calabaza a partir de dichas semillas. Ya que con el paso del tiempo y el cuidado necesario, comenzaron a producirse unas grandes calabazas con un aspecto y característica diferente de las comunes, aunque con cierto grado de similitud.
Las llamadas “Calabazas de edad realmente genial” requirieron de gran cuidado y atención, dado que no creían que las semillas en realidad pudieran producir algún alimento después de tanto tiempo escondidas dentro de la alfara.
Tras mucha dedicación, paciencia y esfuerzo, los estudiantes se encontraron con unas calabazas con gran sabor y una textura agradable. En cuyo interior se encontraba aún más semillas con las que continuar con esta variante del alimento, el cual posee una apariencia similar a la del calabacín.
Los estudiantes se encontraron atraídos por la cultivación de estás calabazas y continuar disfrutando de su delicioso sabor y textura. Ya que representa un alimento el cual encontraron y cosecharon con sus propias manos, por lo que es un descubrimiento bastante grato y emocionante.