El peor sentimiento del mundo… Frases del famoso escritor Argentino de origen belga, Julio Cortázar una persona siempre preocupada por el sentir de las personas de acuerdo a la realidad que a cada uno nos toca vivir. A continuación algunos de los poemas de este gran escritor:
1. Happy New Year
Mira, no pido mucho, solamente tu mano, tenerla como un sapito que duerme así contento. Necesito esa puerta que me dabas para entrar a tu mundo, ese trocito de azúcar verde, de redondo alegre.¿No me prestas tu mano en esta noche de fin de año de lechuzas roncas? No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo, el durazno sedoso de la palma y el dorso, ese país de azules árboles. Así la tomo y la sostengo, como si de ello dependiera muchísimo del mundo,la sucesión de las cuatro estaciones, el canto de los gallos, el amor de los hombres.
Este poema nos habla de la añoranza de los seres que queremos y amamos en momentos especiales, como la llegada de un nuevo año, y con quien no podemos estar debida a la distancia que nos separa. Nos habla del recuerdo y de tener presente al otro, fresco en su memoria.
3. Veredas de Buenos Aires
De pibes la llamamos: “la vedera” Y a ella le gustó que la quisiéramos, En su torno sufrido dibujamos Tantas rayuelas.
Después, ya más compadres, taconeando Dimos vuelta manzana con la barra, Silbando fuerte para que la rubia Del almacén saliera, con sus lindas trenzas A la ventana.
A mí me tocó un día irme muy lejos Pero no me olvidé de las “vederas” Pero no me olvidé de las “vederas”. Aquí o allá, las siento en los tamangos Como la fiel caricia de mi tierra. ¡Cuánto andaré por “ ái ” hasta que pueda volver a verlas…!
Esta poesía está dedicada a la tierra que el autor consideraba suya, Argentina, en la que pasaría gran parte de su infancia y a la que añoró cuando se marchó del país ante el auge de la dictadura militar argentina peronista de entre 1976 y 1983.
4. Resumen de otoño
En la bóveda de la tarde cada pájaro es un punto del recuerdo. Asombra a veces que el fervor del tiempo vuelva, sin cuerpo vuelva, ya sin motivo vuelva; que la belleza, tan breve en su violento amor nos guarde un eco en el descenso de la noche.
Y así, qué más que estarse con los brazos caídos, el corazón amontonado y ese sabor de polvo que fue rosa o camino. El vuelo excede el ala. Sin humildad, saber que esto que resta fue ganado a la sombra por obra de silencio; que la rama en la mano, que la lágrima oscura son heredad, el hombre con su historia, la lámpara que alumbra.
En esta ocasión el autor hace una breve descripción de las sensaciones que le produce la llegada del otoño y el paso del tiempo, así como el conocimiento de que todo volverá a renacer en primavera.