El alcance de las tecnologías no tiene limites, las personas que hacen uso de esta herramienta mucho menos. El reto que enfrentamos aprender cuando desconectar nuestra mente de este nuevo vicio.
Las nuevas tecnologías llegaron a este mundo para cambiarlo, este avance nos otorgo la posibilidad de conectarnos con diferentes personas en todo el mundo. Pero el uso abusivo también puede ser perjudicial, por ello es necesario medir hasta donde deberíamos cuando hacemos uso de ella.
En el presente todos estamos disponible es cuestión de un clip, ya sea por email, redes sociales o videoconferencias se considera como un rasgo distintivo de cualquier persona, nos señala como un trabajador comprometido, alguien solidario, generoso e incluso una pareja ideal.
Pero aunque no este mal permanecer conectado para los demás, importante no olvidarnos de nosotros. La vida a través de las pantallas no es la misma que la vida real. Lo que vemos en el vidrio puede no ser real, artificial, un escenario montado.
Saber cuando desconectar y llevarlo a cabo nos puede permitir distinguir entre lo que es cierto y lo que no.
La tecnología nos ha acostumbrado a la inmediatez, a que con solo pasar un dedo sabemos donde se encuentra, esa persona, que por enviar un mail vas a recibir una respuesta inmediata. Pero te has preguntado si esta bien. ¿Es eso sano?
Todos tenemos vidas privadas y merecemos que se respete nuestra intimidad. Por ello merecemos mas de un momento fuera de la red. Merecemos desconectar, cerrar los ojos y meditar.
¿Qué pasa entonces si desconectamos?
En la era tecnológica es «negativo» no estar en linea (disponibles) todo el tiempo, pero si no lo comprenden, no quiere decir que esto sea así. No podemos estar cada segundo pendientes del teléfono, el email o cualquier res social.
Muchos idealizamos la vida que las personas nos muestran por redes sociales, no es mas feliz quien mas publica, no viaja mas quien mas fotos tienen en su nube y mucho menos es mejor quien responde rápidamente.
Una manera de acercarse a la tecnología es utilizarla para un provecho personal y no al revés. No debemos volvernos dependiente de su uso, cada uno de nosotros somo libres de decidir cuando y como usarlo, para elegir que publicar y en que momento.
La nueva era tecnológica ofrece posibilidades para responsabilizarnos del uso que hacemos de estas herramientas y de como educamos a los más pequeños a través del ejemplo.
Pero debemos tener cuidado, esas mismas posibilidades que nos acercan a los demás, pueden llegar a esclavizarnos y a atraparnos en el mundo digital.
Nuevas tecnologías, nuevas formas de vida
Estamos en una era de cambio, las tecnologías además de progreso traen consigo un nuevo estilo de vida, trae nueva maneras para relacionarnos en incluso de vivir, a esta realidad, no nos queda mas que acoplarnos.
Para explicarlo mejor: Cuando queremos que alguien desaparezca de nuestra vida solo es cuestión de bloquearlo, si queremos conocer a alguien solo necesitamos su nombre y ver su perfil.
Es nuestra obligación saber hasta donde queremos llegar con las redes y cuanto queremos compartir. Una ves tengamos esto claro, estaremos preparados para hacer uso sano de esta plataforma.
Pensemos en lo afortunado que somos, de poder comunicarnos con un ser querido que se encuentra muy lejos, que a tan solo un clic podemos informarnos de casi cualquier cosa. Pero todo el tiempo empleado en la web no es comparable al contacto real.
La tecnología puede ser un arma de doble filo, en tus manos queda la decisión de cuándo apagar y vivir ¿te atreves a desconectar?