Han realizado dos estudios comparativos para cuantificar el aumento de la absorción de dióxido de carbono por parte de los bosques en tiempos de cambio climático y los resultados sobre el efecto invernadero son impactantes.
El crecimiento de los árboles en los bosques nórdicos y boreales es promovido principalmente por una mayor concentración de CO2 en la atmósfera.
Desde el comienzo de la industrialización en el siglo XVIII hasta 2015, (fechas de las cuales se tienen registros detallados) la humanidad liberó a la atmósfera unos 600 mil millones de toneladas de carbono en forma de dióxido de carbono. Esto se debe principalmente a la quema de combustibles fósiles, la producción de cemento y la limpieza y sellado de espacios verdes. Sin embargo, casi un tercio de esta gigantesca cantidad de carbono también fue absorbido nuevamente por las plantas durante el crecimiento.
Una mayor concentración de CO2 en la atmósfera incluso fomenta el crecimiento de las plantas. Un equipo multinacional de investigadores estimó cuán fuerte es ahora este efecto de un sumidero de CO2 terrestre. En la revista «Nature Geoscience» informan que alrededor de 3.5 gigatoneladas de carbono pueden ser unidas por las plantas en todo el mundo cada año si la concentración de CO2 aumenta en 0.1 por mil (100 ppm – partes por millón).
Los investigadores dirigidos por Yongwen Liu del Laboratorio Clave de Ecología Alpina en Beijing se centraron en el crecimiento de los bosques en el hemisferio norte. Los científicos utilizaron una docena de cálculos de modelos diferentes durante las últimas cinco décadas y los resultados de siete ensayos de campo. En estos llamados experimentos FACE (enriquecimiento de dióxido de carbono en aire libre), las plantas se cultivan en una especie de vivero en contenedores cerrados. El CO2 se puede alimentar específicamente a estos contenedores para poder determinar el crecimiento bajo una mayor concentración de CO2.
Para el estudio comparativo, los investigadores evaluaron y ponderaron los datos a veces fuertemente fluctuantes de los modelos y ensayos de campo en función de las condiciones de prueba y los parámetros del modelo. El resultado: los grandes bosques en el hemisferio norte solo, especialmente en Canadá y Rusia, podrían ahorrar aproximadamente 0.64 gigatoneladas más de carbono por año si el CO2 aumenta en 0.1 por mil. Extrapolada a los bosques de todo el mundo, esta cifra aumenta a 3,5 gigatoneladas.
Gracias a esta nueva estimación del almacenamiento de CO2 en los bosques, los modelos climáticos podrían ajustarse. Sin embargo, los investigadores consideran que son necesarios más ensayos de campo para determinar el impacto del CO2 en el crecimiento de las plantas en diferentes climas, incluso con mayor precisión. Debido al calentamiento global continuo, otros factores importantes para el crecimiento de las plantas, como las temperaturas y las precipitaciones predominantes, están cambiando además del aumento de CO2. Estos incluso podrían causar menos crecimiento de las plantas.