La mayoría de las personas le surgen dudas sobre los pasos que debe tomar para tener una decisión, puesto que a veces el proceso se vuelve complicado e incluso lleno de dudas.
Sabemos que el tomar una decisión implica un acto de mucha responsabilidad, ya que puede que tenga alguna repercusión tanto en uno mismo como en otras personas. Por eso, hay caminos para próximas generaciones. Es ahí, donde se nos complica tomar una decisión.
Por esta razón, es importante recordar que cada acto de vida lleva acoplado una decisión. Por lo que, es tan común y estamos tan habituados a hacerlo sin siquiera dimensionar la relevancia que puede tener algunos casos.
Llega a ser tan común y estamos tan habituados al hacerlo que llegamos a dimensionar la relevancia de algunos casos. Dando la perspectiva de que solo le prestamos atención a las decisiones que más resalten, aquellas que pueden depender de vidas, proyectos importantes o algún cambio drástico. Pero, si somos conscientes del compromiso que genera tanto en lo emocional, cognitivo y psicosocial sería todo más fácil.
Por lo general, existen dos fantasmas que interfieren durante el proceso de la toma de alguna decisión, las cuales son: la culpa o el miedo.
Toma de decisión: El miedo
El tomar una decisión implica una evaluación de las capacidades que posees. Además, de una prueba de cuánto consideras que vales para poder enfrentar dicho desafío.
Una decisión obliga a que te mires y te evalúes si tienes la confianza suficiente o no, si llegas a valorar tus recursos y la capacidad que posees. Según, puntees estos aspectos de tu autoestima, el miedo será solo un fantasma de mayor o menor proporción. Dejando a un lado el susto que esta pueda provocar.
Recuerda que el miedo se conecta con tu valoración personal, de la confianza que tengas en ti y lo mucho que confíes en tus capacidades.
Es importante que tengas presente que la vida se trata de afrontar cada aspecto de tu vida, para que así puedas aprender de los resultados tanto positivos como negativos, que se presenten. Así, poder superarlas y tomar la mejor decisión para ti.
Pasos para decidir
Hoy te recomendaremos algunas maneras de cómo puedas tomar alguna decisión, así poder activarla y ponerla en marca.
Ten presente que un paso lleva al otro, surgiendo como consecuencia un efecto dominó, pero de una manera controlada. Aquí te daremos algunos pasos que te ayudarán en la antesala de toma de decisión.
- Determina objetivos. Realiza estas preguntas: ¿qué es lo que deseas?¿para qué lo quieres poner en marcha?¿qué quieres lograr con este proyecto?¿qué te motiva a hacerlo?
- Plantéate distintas opciones. Escríbelas en un papel así te ayudará a delimitarlas con la mayor claridad posible.
- Realiza un análisis de todas las opciones. Te recomiendo que armes un cuadro con todas las ventajas o desventajas que veas en esta decisión.
- Busca asesoramiento. Te servirá de guía para tomar alguna decisión.
- Reflexiona ante ello. Tomate tu tiempo para tomar la decisión final, aquí es una buena oportunidad para que revises las debilidades y fortaleza que tiene cada opción.
- Piensa en lo peor que te puede pasar. Pregúntate las veces que sea necesario: ¿qué es lo peor que podría suceder si me equivoco?
- Puntea tu autoestima del 0 al 100. Sé muy autoconsciente de lo que eres capaz de hacer y de lo que no.
La vida siempre te llenará de momentos en lo que debes tomar una decisión, es importante que las vivas con motivación, pasión y alegría. Estas son un comienzo para tu crecimiento y desarrollo personal.