A lo largo de nuestra vida, es normal buscar diversas fuentes de inspiración, así como de un maestro espiritual
Cuyas ideas empaticen con nuestra forma de pensamiento, moral y visión de la vida.
Si deseas descubrir cuál es la misión de tu alma, te recomendamos seguir leyendo y así hallar tu posible guía espiritual, entre los tres Maestros Ascendidos quienes se especializan en diversas áreas de la vida.
Buda Gautama
Es el guía perfecto para las personas que se encuentran en búsqueda de la iluminación y aquellos deseosos de lograr un vínculo espiritual, que incremente su conciencia.
Por increíble que suene, la iluminación no se limita para los grandes sabios o estudiosos, ni aquellos que se dedican a la meditación de forma constante. Al contrario, se trata de aprender a disfrutar de vivir el presente, disfrutando de todas las experiencias que acumulas para benficio de un entorno espiritual.
Después de todo, cada vivencia –positiva o negativa-, nos deja una enseñanza y reflexión, que nos permitirá convertirnos en mejores individuos. Con la capacidad de amarnos ser felices, con las personas que somos, sin ahogarnos en el anhelo constante.
Kuan Yin
Las mentes orientadas hacia la compasión y el entendimiento del corazón de los demás, persiguen su conocimiento. Este atributo confundido frecuentemente con la lastima, se esfuerza por aprender a visualizar y comprender la situación del otro.
Un alma en búsqueda de la compasión, no solo se limita al estudio del entorno. Al contrario, busca ayudar a la sanación del propio individuo, dejando de lado el auto desprecio y la crítica extrema.
Así tras lograr curar tu alma, podrás compartir el amor y la compasión con las personas que te rodean, enriqueciendo tu propio corazón, al brindar ayuda y consuelo.
El maestro espiritual Ling
Aquellos que buscan la guía espiritual del maestro Ling, poseen almas que persiguen la felicidad verdadera, Quienes luchan constantemente con el concepto de la felicidad, ya que la consideran como algo efímero.
Es por ello que tu alma busca transmitirte, que la felicidad no se limita a ciertos momentos. Sin embargo este conocimiento requiere de iniciar un proceso de sanación, mediante el cual aceptes, que no todas las situaciones yacen bajo tu control.
A través de este proceso, lograras conectarte contigo mismo como individuo y con el tiempo lograras entender que la felicidad no está condicionada por ciertos eventos, y a que ella reside en el interior de tu alma.