Algunas veces quisiéramos haber aprendido cosas desde niños, ya sea un otro idioma o simplemente mejorar en áreas que de adulto representan un reto difícil de superar como lo es la resiliencia.
Por ello es de vital importancia trabajar desde pequeños un aspecto clave en la vida. Como lo es la resiliencia para dotar a los niños con esta disposición y así trasformar sus vidas de adultos.
En un mundo tan cambiante resulta necesario contar con habilidades como la resiliencia porque esta nos permite enfrentar adversidades de una manera distinta al resto encontrando soluciones que nos hacen más fuerte. Fomentando esta actitud en los niños y que lo aplique en sus problemas lo estaríamos ayudando a crecer como persona.
A continuación, te contaremos como puedes ayudar a los más pequeños a aprender a ser resiliente y promover esta actitud en su día a día. Parecerían evidentes para nosotros, pero para ellos será una gran ayuda para su futuro.
Hacer amigos es importante
Para el desarrollo de esta capacidad es necesario que aprenda a hacer amigos. Sea solitario puede que le cause inestabilidad y que surjan cuestionamientos erróneos. Ayudarlos en esta área les proporcionará habilidades sociales que le permita generar confianza en sí mismo.
Esta no es una tarea sencilla, debe hacerse con mucho tacto por ser un tema delicado de hablar con un niño solitario que puede sentirse atacado. Por eso nunca se debe acusarlo o darle a entender que es su culpa porque puede desencadenar en comportamientos desperados como cerrarse aún más o buscar llamar la atención de otros de manera sumisa para así ser aceptado.
Ya sabiendo todo esto es necesario que nosotros como adultos colaboremos en su creciente personal. Reforzando de manera positiva sus avances a la hora de relacionarse con otros y hacerle correcciones hacerla en el momento oportuno y en ambiente indicado donde el niño no se sienta intimidado.
Ayudar también es importante para la resiliencia
El trabajo en equipo y ayudar a otros es parte elemental para el crecimiento emocional del niño, teniendo estas capacidades se sentirá más productivo y feliz, incrementando así su habilidad de empatizar con otros.
Predicar con el ejemplo, de esta forma el niño se sentirá más motivado. Practica en familia el trabajo en equipo luego se podrá extender a las actividades deportivas grupales. Que requieran un trabajo en conjunto le ayudaran a fortalecer esta habilidad.
Trazar su propio rumbo
Este punto es fundamental para la resiliencia. Es importante que el pequeño adquiera la capacidad de establecerse objetivos que estén a su alcance. Esto representa un reto muy importante para un niño porque podrá saber con qué cuenta y el esfuerzo que le llevara conseguirla.
Debemos ayudarlos a que estas metas en un principio sean de cumplimiento. Olvidándonos un poco del enfoque tradicional que busca una nota en específica, intentemos que las metas sean aprendizajes que puedan utilizar en su día a día.
Sobreponerse más allá de las adversidades para la resiliencia en niños
El niño en su día a día va descubriendo cosas que muchas veces representan una adversidad para ellos. En un mundo hecho para adultos ellos se les dificulta entender el funcionamiento que ya nosotros damos por sentado. Esto a ellos les puede causar frustración.
Sin embargo, todas las dificultades que se le presenten es una oportunidad para nosotros poder enseñarle de manera relajada como se puede afrontar y solucionar en el proceso de la resiliencia. Dándole a entender que el desespero y enojo no le aportan nada. A medida que veas su evolución invítalo a cuestionar junto a ti la manera de solucionar el problema que quiere solucionar.
Aplicando estos consejos podrás transformar la vida de un niño, fortaleciendo su capacidad de resiliencia. Le estarás dando el mejor obsequio, que tal vez en el presente no lo pueda ver. Pero que en un futuro si te va a agradecer.