Sigmun Freud, en su teoría asegura que un YO fuerte, no es más que la entidad que es capaz de entender sus propias necesidades, para que logren influir en los límites que marca la sociedad.
Debes sentirte capaz de moverte en libertad, sacando a la luz represiones internas. Sabiendo cómo movernos en nuestros entornos cotidianos para poder crecer de manera íntegra y satisfecho de todo.
Comienza diciendo que muchos sustratos que alimentaron su día el psicoanálisis, actualmente, no son tan válidos como antes. Dejando atrás las dudas o ideas obsoletas acerca de la envidia del histerismo femenino o el pene del hombre.
Sin embargo, el análisis de Freud llamado «el brujo vienés» (ya que, introdujo un tipo de terapia totalmente novedosa como arriesgada para la época) está más vigente que nunca.
Estudios revelan la manera en como ha llevado a cabo el principal problema del psicoanálisis, el cual es el tiempo de comportamiento. Aunque, este tipo de terapia está integrada de cuatro sesiones por semana, en un tiempo indeterminado.
Esto quiere decir que exige un elevado compromiso que no siempre resulta sencillo de cumplir. Lo cual complica la vida actual, ya que esta definida por la exigencia y la inmediatez, un esquema que no se adapta a la terapia.
Freud tuvo como objetivo clave que el psicoanalista siempre trabaje siempre el YO paciente. Esta fuerza psíquica desarrolla una entidad saludable, lo cual ayuda a sanar el conflicto vetador que se interponga en la libertad y bienestar del individuo.
Desarrolla el YO fuerte con fuerzas psíquicas limitantes
Según la obra «Esquema del psicoanálisis» de Sigmun Freud, no es más que una síntesis y un modo de profundizar sus teoría relevantes, como lo son: la interpretación de los sueños, el aparato psíquico y la técnica psicoanalítica.
Lo que más destaca en este libro son las claves con las que delimitó los conceptos del: ello, yo y superyó, el cual los experto lo definieron como la segunda tópica freudiana.
Para desarrollarla hay una serie de factores que determinan el hecho de que no hayamos podido desarrollar un YO fuerte, la cual son:
- Ese sentido de dependencia por nuestros padres, por lo que tardan en madurar y adquirir ciertas competencias que lo conviertes en una persona adulta.
- Frustraciones tanto en la infancia como en la adolescencia gracias a normas, castigos y un educación muy estricta.
- Crecer de la mano de figuras afectuosas y cercanas con la capacidad de favorecer un desarrollo seguro y óptimo.
Por eso, Freud se enfoca mucho en la importancia del periodo infantil, ya que es lo realmente valioso en el proceso de desarrollo del YO fuerte.
Claves para desarrollarlo
Entre las claves se encuentran:
- Trabaja la independencia.
- Consigue equilibro entre las fuerzas: necesidades y obligaciones.
- No intentes luchas contra nuestro ello o superyó.
- Libérate de cualquier necesidad que te genere sumisión, alineación o alguna enfermedad.
- Une las energía que existen de ello y el superyó para convertirlo en el netamente positivo.
Si fortalecemos el yo, es una tarea en la que trabajar diario para construirlo forma parte de nuestro día a día.