Una buena alimentación es importante, pero en la situación que nos encontramos actualmente se transforma en algo realmente urgente, ya que no sólo se trata de cocinar para comer sano puesto que afecta de forma positiva tanto al cuerpo como a la mente.
Además, para quienes viven solos cocinar puede ser una verdadera terapia y una manera bastante creativa de usar en el tiempo libre.
Los sentidos, la concentración y la creatividad que puede generar cocinar que tiene la capacidad de relajar y ayudar a olvidar las preocupaciones. Esto es algo que se ha estado estudiando desde hace un buen tiempo en todo el mundo.
El doctor Michael Kocet, académico del Chicago School of Professional Psychology, lo que se ha hecho conocido por la llamada terapia culinaria, por lo que esta disciplina se usa la cocina y la alimentación consciente para poder tratar desórdenes psicológicos como lo es depresión y ansiedad.
Teresita Hormaz, nutriciosnista de la Universidad de Desarrollo y Magister del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile, asegura que «El hábito de cocinar puede traernos beneficios al estado de ánimo al ser una actividad que, si se hace con gusto, se puede utilizar como una herramienta en la que ponemos intención y amor. En estos tiempos podemos usar el cocinar como un ritual para enfocarnos en algo distinto, un momento en donde usar las manos, el tacto, olfato y todos los sentidos para crear algo”.
Por lo que la salud mental, el hábito de cocinar entrega beneficios, al igual que una alimentación saludable.
“Cocinar es un acto productivo y creativo y eso nutre tremendamente nuestro cerebro. Cuidar nuestra alimentación es también cuidar nuestra salud mental”, asegura la psicóloga de la Clínica Indisa, Daniela Ulloa.