Después de más de dos décadas en las que México logró mantener bajo control una de las plagas más agresivas para el ganado, el gusano barrenador del ganado ha vuelto a aparecer, encendiendo las alarmas en el sector agropecuario y sanitario del país. La presencia de este parásito representa una amenaza seria para la salud animal, aunque las autoridades insisten en que no debería representar un peligro directo para el consumo humano.
¿Qué es el gusano barrenador?
El gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) es la larva de una mosca que deposita sus huevos en heridas abiertas de animales de sangre caliente, principalmente vacas, caballos, cerdos y hasta mascotas. Una vez eclosionan, las larvas penetran los tejidos vivos, alimentándose de la carne y causando lesiones profundas, infecciones y hasta la muerte si no se trata a tiempo.
México, en colaboración con organismos internacionales, había logrado erradicar esta plaga mediante un exitoso programa de liberación de machos estériles, reduciendo drásticamente su población durante más de 20 años.
¿Cómo reapareció?
Las autoridades sanitarias aún investigan el origen del nuevo brote, pero se sospecha que el gusano barrenador podría haber reingresado al país desde regiones del sur, donde aún se encuentra activo, especialmente a través del movimiento de animales no inspeccionados o migraciones naturales de moscas.
Se han reportado casos en algunas regiones del sureste mexicano, y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) ya ha desplegado brigadas para contener y erradicar el brote.
¿Existe riesgo al consumir carne?
Una de las principales preocupaciones de la población es saber si el brote puede afectar la calidad o seguridad de los productos cárnicos que llegan al mercado. Las autoridades han sido enfáticas: no hay evidencia de que el gusano barrenador afecte directamente a la carne comercializada.
Esto se debe a que los animales infectados son generalmente detectados antes del sacrificio, y los sistemas de inspección sanitaria en rastros y mataderos están diseñados precisamente para evitar que animales con lesiones parasitarias lleguen a la cadena de consumo humano.
Sin embargo, se recalca la importancia de adquirir productos cárnicos en lugares certificados y con normas sanitarias vigentes, para evitar cualquier riesgo asociado.
¿Qué medidas se están tomando?
SENASICA y otras dependencias han iniciado acciones inmediatas que incluyen:
- Vigilancia en zonas de riesgo.
- Campañas de información para productores y ganaderos.
- Aplicación de tratamientos preventivos y curativos.
- Reintroducción del programa de liberación de machos estériles.
También se hace un llamado a los ganaderos a reportar cualquier herida sospechosa en sus animales y a mantener buenas prácticas de higiene y revisión constante del ganado.
Conclusión
La reaparición del gusano barrenador en México después de 20 años sin brotes es un recordatorio de que las plagas y enfermedades zoonóticas requieren vigilancia constante. Aunque no representa un riesgo inmediato para la carne que llega a nuestras mesas, sí constituye un serio problema para la salud del ganado y la economía rural.
La colaboración entre instituciones, productores y consumidores será clave para frenar este brote y evitar que se convierta en una emergencia mayor.