Quédate con quien aprenda como acariciarte el alma, no con quien busque ser uno más del montón, ahí está la verdadera diferencia
Son muchas las personas quienes creen que tener miles de amigos o personas cercanos a ellos es algo maravilloso y si bien lo es, muchas veces estas personas pueden decepcionarnos, son solo personas que la ida puso en nuestro camino pero ¿en realidad nos quieren?
Lo mismo sucede con las parejas, muchas veces creemos haber encontrado a ese hombre o a esa mujer ideal con la que compartiremos el resto de nuestras vidas sin embargo esto puede no resultar ser así, nos equivocamos una y otra vez.
Cuando de compañía se tarta debemos saber buscar, buscar bien, explorar a las personas lo más que podamos, no simplemente rodearnos de muchas personas, no importa la cantidad sino la calidad, bien sea de amigos o de amores que tengamos.
Hoy nosotros queremos compartir contigo una reflexión acerca de este tema para que en un futuro pienses mucho más acerca de quien escoges para quedarse a tu lado, no todas las personas merecen nuestra compañía.
Mira bien quien te rodea y deja que te acaricien el alma
Muchas veces nosotros somos demasiado superficiales, nos fijamos solo en lo físico sin prestar atención al interior de la persona y es que aunque digas que es un cliché o un lema muy antiguo, la belleza debes buscarla en el interior y no en el exterior.
Son muchas las personas quienes en busca del amor se enfocan únicamente en lo físico sin darse cuenta que esto en realidad no debería importar, lo que debe importar es lo que es, como se comporta, como nos trata y si en realidad nos quiere o no.
Muchas veces nos enceguecemos por la belleza de esa persona que creemos que nos ama y nos equivocamos y terminamos decepcionados porque esa persona no es quien creíamos que era, y es allí cuando comenzamos a darnos cuenta que tocarnos la piel puede hacerlo cualquiera pero tocarnos el alma no lo logran muchos.
Lo ideal es crear una conexión mucho más allá de lo físico, una conexión profunda entre tú y tu ser amado, esa persona que encontramos por lo general nos seduce más que con caricias, lo hace con palabras, con su forma de ser, nos nutre con amor sincero y busca descubrir más allá de nuestra piel, busca en lo más profundo de nosotros.
Esto es lo que todos nosotros nos merecemos, alguien que en vez de acariciarnos la piel nos acaricie el alma, nos enriquezca el alma, alguien con quien la unión mental sea única, merecemos alguien que nos respete y nos valore.
Gracias por leernos.