La adicción a las drogas es un problema frecuente de la sociedad moderna que afecta a cada vez más personas en el mundo
Sin importar el género, posición social, edad, condición física o mental de los individuos; sin embargo esta adicción podría no estar enfocada en lo que se consume sino en los efectos que genera.
¿Pero a qué se debe esta dependencia? Un estudio experimental realizado con ratas en la década de los 80º’, determinó que todos los especímenes que se enfrentaron a situaciones negativas y al aislamiento eran más propensos a recurrir a los opiáceos hasta convertirse en adictos a la droga con resultados mortales para el animal.
Al trasladar este experimento a la vida real, es posible encontrar similitudes, y es que un gran porcentaje de las personas que recurren al uso de opiáceos, incluso en cantidades desmedidas con el único propósito de aumentar los efectos que las drogas generan en sus organismos y comportamientos.
Esto se debe a que al consumir cualquier tipo de droga. Se adormece al cerebro y con ello, la persona se vuelve más desinhibida y una –falsa- sensación de bienestar. Por lo que el consumidor puede aislarse de todo aquello que le produce dolor, vergüenza o que le afecta de forma negativa.
Y es precisamente debido a esta adicción a los efectos, que el consumo de droga tiende a convertirse en una escalada progresiva. Siempre en búsqueda de mayor duración de los efectos y una mayor potencia que en la gran mayoría de los casos se traduce en muerte por sobredosis de este veneno.
Sin embargo, hay factores internos y externos que puedes influenciar de forma directa en la decisión de recurrir a las drogas como forma de “alivio”. Es que al igual que en el caso de las ratas, la soledad, las situaciones difíciles, el aislamiento, abandono, inseguridad, pueden convertirse en el agravante en la mentalidad de una persona.
Ello se debe a que debido tras el aislamiento –forzado o voluntario-. El cerebro produce una menor cantidad de mielina, lo cual produce cambios en el comportamiento de las personas. Incluso puede llegar a acentuar los pensamientos depresivos, de ansiedad o de miedo.
Tras esta situación de “abandono”, cualquier forma de “alivio” (aunque sean conscientes, de que solo representa una «solución temporal). Tiende a convertirse en la única luz para una mentalidad sumergida en oscuridad. De esta forma en que un adicto percibe a las drogas. No como un problema sino como la solución a su malestar y dolor.
De ahí que sea tan difícil llevar a cabo éxitosamente. El proceso de rehabilitación y desintóxicación para un adicto, ya que las drogas funcionan como un dopaje, que los aisla de los problemas. Sin embargo al recuperar el estado de sobriedad, los problemas siguen estando en el mundo real, esperando por ellos. Aunque muchos no estén preparados para enfrentar la cruel realidad.