No siempre podemos juzgar un libro por su portada, es por esto que nosotros te recomendamos que prestes atención a lo que hizo este hombre
Muchas veces se juzga a las personas por su apariencia, se cree que por la forma en que se ve se puede determinar qué clase de persona es, pero la realidad nos demuestra que esa teoría no siempre es cierta.
Con la historia de hoy te demostraremos esto y además veras el valor de la honestidad, que es uno que se ha perdido con el tiempo. Warlop es un hombre que vivía como un vagabundo en la ciudad de Bangkok, Tailandia.
Un día se encontró una billetera tirada en el piso, y su acción ante este hecho, le devolvió la vida decente que merece toda persona. Y no precisamente por lo que contenía la billetera sino por el gesto que tuvo al encontrarla.
Resulta que la billetera pertenecía a un empresario de la industria metalúrgica, que sin querer había perdido su billetera en una estación del metro de la ciudad. Y este hombre la encontró. Lo que sucedió después le cambio la vida para mejor.
Su honestidad lo premio – Un hombre sin hogar y un futuro brillante
La billetera pertenecía a Nitty Pongkrianyos un magnate empresario, y por más que Warlop intento alcanzarlo para devolvérsela este no lo logro.
Por lo que a pesar de estar en una situación difícil económicamente hablando, este decidió no tocar el dinero dentro de esta que eran unos 500 dólares y llevarla a una estación de policía para regresársela a su dueño.
Esa misma tarde la policía hizo entrega de la billetera a su dueño y este pregunto como la habían encontrado. Al escuchar la historia del Warlop y los valores tan intachable que tenia a pesar de vivir en la calle.
Este hombre se conmovió y lo busco para ofrecerle un puesto de trabajo en su compañía, seguro médico y un departamento. Lo que emociono a este hombre y le cambiaria la vida por completo.
Ese acto de honestidad le brindo una nueva y mejor oportunidad de vida. Por eso es que se dice que nada es casualidad, todo tiene una razón y estos dos hombres tenían que encontrarse para que pasara esta hermosa situación.
Es muy gratificante que aun existen personas honestas, con valores y principios. Y además hay otras que están dispuestas ayudar al prójimo.
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