Si te molesta el sonido de las personas masticando, puede que tengas misofonía

Si aún no conoces lo que quiere decir misofonía es el hecho de que te moleste cuando una persona está masticando, puede que lo tengas y no lo sabías

Cuando una persona está comiendo por lo general mastica y muchas de las personas mastican y hacen un sonido terrible para nosotros y es que pareciera como si estuviesen haciendo algo muy distinto a masticar, es un gesto desagradable que hasta se puede considerar como un mal hábito.

Así como pasa con el sonido al masticar, puede que también te moleste hasta la respiración de otras personas y todo esto se considera como una rareza en las personas, pero no te preocupes que no eres el único.

Resulta que todo se trata de una condición y nosotros te estaremos hablando acerca de esta para que tú conozcas los detalles de ella y además aprendas a lidiar mejor con esas personas que hacen ruidos desagradables.

Si tú quieres saber todos los detalles acerca de la misofonía, el cual es el nombre de esta condición, entonces sigue leyendo este post que hoy nosotros traemos para ti para que entiendas mejor a las personas que la padecen o incluso si tú la padeces sepas como tratarla.

Conoce más de la misofonía

misofonía

Cuando alguien mastica chicle, o cuando alguien más hace un sonido al masticar con la boca abierta, el escuchar un disco rayado, todo esto puede ser terrible para todos sin embargo para aquellos que padecen de misofonía

Primero que nada debes saber que la misofonía es una aversión a ciertos sonidos, incluso a la respiración, y aunque se crea que es algo de índole psicológico o mental, está muy lejos de serlo es más una condición física que afecta mucho a quienes lo sufren.

Por mucho tiempo se ha dicho que este problema era psicológico, como si las personas decidieran odiar o menospreciar algunos sonidos pero la revista Current Biology en un artículo donde explicaba algunos estudios de la Universidad de Newcastle, dio otro punto de vista que es lo contrario.

En estos estudios se le hicieron resonancias magnéticas a personas con o sin misofonía y fueron sometidos a sonidos intolerantes, resultando que aquellos con misofonía tenían cambios a nivel cerebral ya que desarrollo del lóbulo frontal de sus cerebros es diferente lo que los obliga a sentir ansiedad e irritación a escuchar estos sonidos.

También se expuso a las personas con misofonía a sonidos como el goteo incesante del agua, a alguien masticar y el crujir de una puerta y estas personas mostraron sudoración excesiva y el ritmo cardíaco aumentó.

Gracias a estos estudios se pudo comprobar que estas personas no son intolerantes o exageradas sino que todo se trata de un cerebro diferente.

Puede que incluso se trate de hipoacusia que es un síndrome auditivo debilitante que convierte los sonidos cotidianos en algo incluso doloroso, las personas al escuchar sonidos fuertes sufren e incluso con el tiempo les es imposible vivir en lugares como las ciudades que son muy concurridas.

Para fortuna de muchos esto puede mitigarse utilizando unos audífonos que tapen el sonido externo e incluso pueden asistir a los expertos para que su capacidad de escuchar mejor.

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